El Consejo Directivo lo eligió junto con Beatriz Bixio como Vicedecana, por once votos a favor y siete en blanco. Asumen con el desafío de gestionar hasta el 2014 una nueva etapa académica y política a partir de la facultarización de la Escuela de Artes.
“La política es un registro de los conflictos acompañado de una conversación. Por eso, invito a toda la comunidad de Filosofía y Humanidades a discutir la Universidad, que debe ser un laboratorio de nuevas libertades y nuevas igualdades”, lanzó entusiasmado Diego Tatián, flamante Decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades, segundos después de que el Consejo Directivo votara por once votos afirmativos contra siete en blanco, que él y Beatriz Bixio sean, a partir del lunes 12 de diciembre, las nuevas autoridades que gestionarán esta unidad académica por los próximos tres años.
Después de remarcar que venía a continuar "el trabajo de Gloria y Silvia", para quienes pidió un aplauso, Tatián, doctor en Filosofía y profesor de esta Escuela, tomó el micrófono para hablarle a los representantes docentes, estudiantiles, no docentes y egresados de su propio espacio político, pero también a los de la oposición, que acababan de votar en blanco ante la falta de otras candidaturas: “Quiero discutir la universidad con ustedes. El punto es qué podemos hacer con las diferencias. Yo quiero contribuir a crear las condiciones para una discusión de calidad”, dijo, antes de anunciar que trabajará para “sentar las bases de un debate serio sobre la elección directa de las autoridades”, un proyecto que en la sesión reclamaron todos los sectores políticos y claustros que conforman el Consejo Directivo, incluidos los del espacio docente Proyecto Cambio Universitario, al que pertenecen Tatián y Bixio.
A las palabras del nuevo Decano le siguieron las de Bixio, doctora en Letras, docente e investigadora de larga trayectoria académica, y ex directora de esta Escuela: “Quiero agradecer por esta oportunidad. Están dadas las condiciones para cumplir con el proyecto de trabajo”. En sintonía con el discurso de Tatián, Bixio señaló que “hay que construir una universidad más crítica y reflexiva, tanto sobre sí misma como hacia el exterior. Una universidad con un estudiante que proponga cosas diferentes. Esta práctica del debate va a generar eso”
Un par de horas antes –la sesión arrancó formalmente a las 11.15-, Gloria Edelstein había explicado la razón de ser de esta sesión especial del Consejo Directivo y el método para elegir al binomio de autoridades, que fue nominal, por escrito y firmado. Fue el momento para hacer también un brevísimo repaso de la gestión que acababa de culminar: “Después de tres años llegamos a este momento con significativos logros para la Facultad. En nombre de mi compañera, Silvia Avila, queremos agradecer a la comunidad de Filosofía por acompañarnos para una cosa u otra, para resolver situaciones conflictivas, fue un honor haber ocupado estos cargos.”
Luego de agradecer al equipo que la acompañó en la gestión, a las autoridades de las Escuelas, Departamentos y Áreas, y a los consejeros tanto del oficialismo como de la oposición, Edelstein remarcó: “Hicimos un colectivo en pos de los objetivos políticos y académicos que nos trazamos cuando asumimos. Dejamos el informe de gestión, que es nuestra memoria de lo actuado y pensado, lo que hicimos bien, lo que no tanto y lo que nos faltó hacer”.
A las palabras de la Decana saliente le siguieron las de casi todos los consejeros presentes. Los del oficialismo tomaron el micrófono para fundamentar el rumbo político iniciado en la Facultad en 2008 y en la universidad en 2007 en la figura de la actual Rectora, Carolina Scotto, además de presentar la candidatura de Tatián y Bixio, y los de la oposición para criticar el actual sistema de elección de autoridades unipersonales –que se hace en forma semidirecta- y proponer una reforma del cogobierno universitario, solicitando una mayor presencia del claustro estudiantil en el mismo.
Cerca de las dos de la tarde, después de que los consejeros votaran primero la candidatura de Tatián y en forma separada la de Bixio, como establece el reglamento universitario, quien acababa de ser elegido Decano solicitó nuevamente el uso de la palabra para hablarle a los representantes estudiantiles, los más críticos de la sesión: “No nos tengamos miedo ni desconfianza, este va a ser un Decanato de puertas abiertas, porque hay que hacer de la universidad un laboratorio de políticas públicas y el vínculo con el Centro de Estudiantes es fundamental”.