El Consejo Directivo de la FFyH celebró la finalización del juicio denominado “Diedrichs-Herrera”, que el 22 de febrero condenó en Tribunales Federales a catorce represores por el asesinato y desaparición de 34 personas y 9 más que fueron secuestradas y torturadas durante la dictadura cívico-militar en 1976 y que lograron sobrevivir al terror. Cinco de las víctimas habían sido estudiantes de la Facultad.
Por unanimidad y sobre tablas, el Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Humanidades celebró en su sesión del 23 de febrero la finalización del juicio que en los Tribunales Federales de Córdoba condenó a 14 represores por el asesinato y desaparición de 34 personas en 1976, y los secuestros y torturas de otras 9 que lograron salvar su vida y fueron claves para alcanzar justicia a través de sus testimonios.
“Este H. Consejo Directivo quiere expresar una vez más la firme convicción, históricamente sostenida por esta casa de estudios, de que estos juicios resultan vitales en el proceso de Memoria, Verdad y Justicia, y son a la vez un factor clave en la construcción de una sociedad democrática. En este sentido celebramos la finalización de este juicio, exhortamos a las distintas instancias del Estado a seguir sosteniendo y garantizando la realización de los juicios pendientes, y expresamos nuestro total apoyo a los organismos de Derechos Humanos en su lucha histórica de Memoria, Verdad y Justicia”, señala la declaración.
Para la Facultad este juicio tenía una relevancia particular, ya que cinco de las 43 víctimas fueron estudiantes de esta Casa de Estudios. Por este motivo, el Consejo señaló que “espera sinceramente que la sentencia emitida por el Tribunal Federal que atiende las causas sea un modo de reparación para Adriana María Ríos de Soulier y Zulema Bendersky, (Ciencias de la Educación); José Alberto García Solá, (Filosofía); Graciela Haydee Torres, (Letras), y Miguel Ángel Ernesto Arias, (Historia) y las otras 39 víctimas, y sus familiares”.
En relación al fallo del Tribunal Oral Federal 1 de Córdoba que integraron Carolina Prado, Jaime Díaz Gavier y Julián Falcucci, resultaron condenados ocho represores a prisión perpetua, otros cinco a penas de 18 años de prisión, uno a cuatro años de prisión y dos fueron absueltos. Los culpables fueron hallados responsables de 43 casos de detenciones y torturas, privación ilegítima de la libertad y desaparición forzada de personas en el centro clandestino de La Perla, durante la última dictadura cívico-militar.
Denominada “Diedrichs-Herrera” por los apellidos de los principales imputados, José Hugo «Quequeque» Herrera (fallecido durante la feria judicial de verano) y Luis Gustavo Diedrichs (prisión perpetua) la causa condenó a la máxima pena a los oficiales Jorge Exequiel Acosta, Ernesto Guillermo Barreiro y Héctor Pedro Vergéz, ex jefes del entonces Campo de Concentración y Exterminio La Perla y del Destacamento de Inteligencia 141 del Ejército. También al suboficial Carlos Alberto Díaz, y a los agentes civiles de inteligencia Ricardo Alberto Lardone, Emilio Morard y Arnoldo José López, pilares de las patotas que comandó Luciano Benjamín Menéndez, quien no estuvo entre los condenados porque falleció en febrero de 2018.
Los únicos imputados que llegaron a juicio por primera vez resultaron absueltos por pedido de la fiscalía. Se trata del general de brigada retirado Arturo Emiliano Grandinetti y el teniente coronel retirado Carlos Horacio Meira.