Símbolo de Abuelas de Plaza de Mayo Córdoba y cofundadora de Familiares y Desaparecidos por Razones Políticas de esta provincia, falleció el pasado 21 de abril, luego de una larga enfermedad. Había logrado recuperar a su nieto Santiago, y nunca bajó los brazos en la búsqueda de su hija Lucía Esther Molina, secuestrada-desaparecida desde abril de 1977, cuando estaba embarazada de 4 meses. [23/04/2012]
“Se nos va una Abuela luchadora, impulsora de la búsqueda de nuestros nietos y cofundadora de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas de Córdoba”, dice el comunicado que Abuelas de Plaza de Mayo difundió tras la pérdida de una de sus principales estandartes. “Con amor, constancia y esperanza recorrió cada rincón del país buscando a su hija Lucia Esther Molina, secuestrada desaparecida en abril de 1977, cuando se encontraba embarazada de 4 meses. Con esa misma entereza localizó a su otro nieto Santiago, quien fue recuperado gracias a su persistencia, convicción y fortaleza. El represento la más grande de sus alegrías”.
Profundamente conmovidas por quien era un ejemplo de lucha, ética y militancia, las Abuelas le dijeron adiós a su querida compañera de ruta: “El recuerdo de su vida y de su incondicional compromiso con la defensa de la Memoria, Verdad y Justicia, nos servirá de guía para seguir luchando. Nos enorgullece haber sido parte de su camino y su ejemplo nos inspira para redoblar nuestros esfuerzos en la búsqueda de su nieto y de los 400 jóvenes que todavía nos faltan. La extrañaremos, y si bien es difícil despedirla, con gran respeto, amor y admiración le decimos: ¡Hasta siempre compañera, seguiremos tu camino hasta encontrarnos en el abrazo con tu nieto!”