El jueves 4 de abril, a pocos días de la conmemoración del 2 de abril por el Día del veterano y los caídos durante la guerra de Malvinas, se realizó en la Secretaría de Extensión de la FFyH, un conversatorio con soldados y oficiales que prestaron su servicio durante la guerra.
A partir de una entrevista a Gustavo Supino, Agustín Boix, Eduardo Rivero y Cesar Ortiz, con la moderación de Yanina Floridia (graduada de la Escuela de Historia), estudiantes de distintas carreras de la FFyH, integrantes del Centro de Estudiantes de Filosofía y Humanidades, docentes y público general, se compartieron memorias de la guerra, sus antecedentes y efectos.
El conversatorio estuvo organizado en cuatro momentos, en los cuales se buscó que los entrevistados pudieran contar quiénes eran, su vinculación con las Fuerzas Armadas, sus vivencias e historias durante la guerra, su percepción sobre la marca que la misma dejó en ellos, la posguerra y los motivos que los llevaron a agruparse. También pudieron compartir las deudas del estado argentino, las marcas del estrés post traumático que anida en su memoria y aún hoy los moviliza y la búsqueda por tener una voz propia dentro de los relatos que hablan de la guerra.
Quienes nos acompañaron forman parte de dos agrupaciones que congregan a los llamados “combatientes continentales”, que por un decreto estatal no son incluidos dentro de la categoría “veterano”, pero que también pusieron el cuerpo durante la guerra. La posibilidad de compartir sus vivencias habilitó a pensar en estas como un acontecimiento amplio, que no sólo recayó sobre los soldados que estaban en el frente de batalla, sino también en quienes brindaron diferentes tipos de apoyos que permitieron que la contienda bélica pudiera desarrollarse.
La falta de reconocimiento estatal e histórico posiciona a este grupo dentro de colectivos marginados a la hora de contar su experiencia como referente válido, en los cuales se podrían pensar como parte también a las enfermeras y auxiliares de enfermería.
Aún nos resuenan algunas frases, como la de Gustavo Supino explicando que “vivir Malvinas es todos los días”, o de Agustín Boix, que desde una crítica posición con la dictadura cívico-militar, afirmaba: “Fuimos mano de obra barata en una gesta histórica”.
Este encuentro, que estuvo coordinado por el Programa de Derechos Humanos de la FFyH, forma parte de un camino y compromiso institucional para construir memoria y conocimiento histórico de la guerra y sus protagonistas, de ahí el valor de los testimonios de quienes hicieron posible el acercamiento a un pasado reciente que como proceso histórico aún se vive a través del relato de sus protagonistas.