Toda educación es sexual

Con la presencia de la docente y activista feminista Ruth Zurbriggen, el 4 de mayo en la sede de UEPC, quedó inaugurada el Aula Popular de Género y Sexualidad. “Que la pedagogía de la crueldad no triunfe ni nos paralice” enfatizó la especialista, ante un auditorio comprometido en modificar estructuras patriarcales que aún predominan en los ámbitos educativos de todos los niveles.

Sandra Mutal, secretaria adjunta de ADIUC, fue la encargada de abrir la charla y explicar que Aula Popular de Género y Sexualidad es un espacio transversal y de formación, impulsado por la Facultad de Ciencias Sociales, el Centro de Estudios Avanzados y su Doctorado en Estudios de Género; la Facultad de Artes; la Facultad de Filosofía y Humanidades junto a su Secretaría de Extensión y el Área de Feminismos, Géneros y Sexualidades del CIFFyH, más el respaldo de la Asociación de Docentes e Investigadores Universitarios de Córdoba (ADIUC).

“Se trata de trabajar de manera articulada –dijo– en distintos espacios y territorios para encontrarnos y capacitarnos; para debatir  y hasta poner en tensión las formas de construcción del conocimiento en relación a sexualidad y género.  Por ello, la experiencia de Ruth Zurbriggen en esta instancia, en la sede de nuestros compañeros y compañeras de UPEC, resulta muy valiosa”.

Antes de cederle la palabra a la especialista, la secretaria de ADIUC, hizo público su posición individual y la de su gremio, al expresar su absoluto repudio ante el fallo de la Corte Suprema de Justicia, que otorga el beneficio del 2 x 1 a genocidas condenados por delitos de lesa humanidad, durante la última dictadura. “No podemos permitir Nunca más la impunidad en nuestro país”, sostuvo.

Ruth Zurbriggen se presentó como una docente de nivel primario, con mandato cumplido. “Jubilada”, dijo, como gesto de enorme respeto hacia la tarea de educadora, desarrollada por ella misma durante tantos años frente al aula. También manifestó su repudio hacia el fallo de la Corte Suprema y de manera crítica interpeló a la audiencia cuando dijo: “Tenemos que pensar nuestra tarea como formadores de conocimiento. Pensemos que los genocidas, los femicidas también han pasado por nuestras escuelas. Hoy estamos gobernados por una derecha conservadora que nos hace retroceder muy atrás”.

A lo largo de su exposición, hizo referencia a la dramática situación de Argentina, donde  actualmente la violencia machista termina con la vida de una mujer cada 18 horas. “No podemos permitir que la pedagogía de la crueldad triunfe ni nos paralice, dijo en alusión a un concepto desarrollado por Rita Segato. “Tenemos que dejar de pensar que estos hechos se producen de manera individual o pertenecen al ámbito privado. La violencia machista responde y se encuentra engarzada a estructuras económicas más amplias que se corresponden a un capitalismo depredador”.

“Cuando el colectivo Ni Una Menos sale a las calles demandar por mayor justicia, igualdad y políticas de prevención, también nos está pidiendo que reflexionemos sobre qué programas educativos, qué conductas y acciones modificamos nosotrxs, como maestrxs o sujetos sociales, dentro de nuestras propias instituciones de formación, en todos los niveles. No podemos ser indiferentes. Recordemos que se engaña por acción o por omisión”, explicó.

“Es importante que sepan que toda educación es sexual”, señaló con énfasis. “Desde que decimos  las nenas por aquí,  los niños por acá, estamos refiriéndonos a la sexualidad de las personas. Todos tenemos un cuerpo sexuado que responde por lo general a una norma que impera o se impone. El problema se produce cuando comenzamos a descalificar, a agredir o adjetivar como “anormales” aquellas personas que actúan de forma diferente a la normatividad impuesta. Cuando se sale de la heterosexualidad, por ejemplo, aparece esa disidencia, comienzan los pánicos sexuales.  Es necesario comprender que los cuerpos son cuerpos y escapan a esa normatividad. La normatividad sólo existe, se construye y se legitima a nivel discursivo y cultural, que casi siempre responde a lugares hegemónicos y patriarcales de poder”.   

Ruth Zurbriggen habló a su vez de la importancia de visibilizar las el trabajo y las distintas trayectorias de mujeres. “Por qué no leemos más a mujeres. Por qué no sabemos más sobre la impronta de las mujeres en nuestra historia. Por qué sólo se reproducen producciones, música, arte y textos escritos por hombres. Por qué esa única adoración hacia lo masculino”, se preguntó a modo de reflexión.

Por último llamó a comprometernos más con estos temas. A comenzar a modificar prácticas cotidianas. A educar de manera diferente. A salir de la cerrazón de pensamientos normativos y patriarcales, que terminan en círculos violentos. 

[08/05/2017]

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