En el marco del paro docente del 4 y 5 de junio y de acciones impulsadas por el claustro nodocente de la FFyH, lxs trabajadorxs universitarixs llevaron a cabo conversatorios en la vía pública e instalaciones artísticas en distintos pabellones de la Facultad, que se irán replicando en otros edificios. Además, el próximo 13 se realizará una Asamblea Interclaustros en el Pabellón Venezuela.
Como parte del plan de lucha impulsada por lxs trabajadorxs universitarios en reclamo de una actualización del presupuesto para las universidades públicas -que funcionan con el presupuesto aprobado en septiembre de 2022-, docentes, nodocentes, egresadxs y estudiantes llevaron a cabo el martes 4 de junio un conversatorio en el ingreso del Museo de Antropologías de la FFyH, a los fines de compartir con la ciudadanía la crítica situación por la que atraviesa todo el sistema universitario y científico por los ajustes y recortes implementados por el gobierno nacional, que afectan no solamente los gastos de funcionamiento, sino los salarios de lxs trabajadorxs y las inversiones en investigación.
En este sentido, Sebastián Muñoz, Vicedecano de la Facultad de Filosofía y Humanidades, señaló que el cuadro de situación de las universidades es “diverso, aunque marcado por la desactualización respecto de los aumentos producidos en el costo de vida y los servicios públicos”.
La falta de una ley de presupuesto para 2024 es para el Vicedecano “la base sobre la que se apoya este desfinanciamiento. La actualización anunciada del 270% en gastos de funcionamiento sería retroactiva a enero del 2024 y efectiva luego de que se firmen las resoluciones correspondientes, algo que todavía no sucedió, aunque se estima tendría lugar durante este mes de junio”.
Sin embargo, como se ha remarcado en múltiples ocasiones, la porción mayoritaria del presupuesto está compuesta por los sueldos de lxs trabajadorxs docentes y nodocentes, que según Muñoz “acumula una pérdida de poder adquisitivo superior al 40% y no se ha dado a conocer una propuesta de recomposición efectiva, además de que otros fondos como los correspondientes a Ciencia y Técnica tienen una situación incierta”.
En sintonía con lo que vienen reclamando las autoridades de todas las universidades públicas y el propio Consejo Interuniversitario Nacional, Muñoz expresó que “la formalización del prepuesto universitario para 2025 es una responsabilidad del Congreso Nacional y esa será la instancia en que quede claro el grado de compromiso con el sostenimiento de la educación pública en los términos que claramente establece la Constitución Nacional, La Ley de Educación Nacional y la Ley de Educación Superior.
Docente e integrante de la Asociación de Docentes Universitarios de Córdoba (Adiuc) que convocó al “matecocidazo” frente al Museo, Pablo Requena advirtió que “hace unas semanas dijimos que las universidades nacionales estaban bajo un ataque global: su hacer cotidiano en materia de docencia, investigación y extensión y las condiciones de existencia tanto institucional como de lxs actorxs que la habitan cotidianamente estaban amenazados. Nada de eso cambió luego del anuncio de las autoridades nacionales de un aumento del 270% de su presupuesto: la parte presupuestaria que se refuerza es precisamente aquella que hace al funcionamiento operativo pero no la más importante, la relativa a los sueldos de lxs trabajadorxs docentes y nodocentes de las casas de estudio”.
“La precarización en las condiciones de vida de nuestrxs estudiantes (aumento del costo de transporte, alquileres, etc), traducida en deserción y abandono del cursado de materias, tampoco ha cambiado”, alertó Requena, quien agregó: “El ataque a la universidad se evidencia en dos cosas: la primera es la vocación de este gobierno nacional de tomar medidas efectistas en la previa de una gran medida de fuerza -solo orientadas para la predecible chicana tuitera-, y la segunda es su desprecio de la labor de lxs trabajadorxs universitarios al reforzar el funcionamiento pero no reconocer el deterioro de los sueldos”.
“Así es como llegamos a este matecocidazo, resultado de la conversación y el acuerdo de lxs distintxs actorxs que cotidianamente habitamos la FFyH (estudiantes, docentes, nodocentes y graduadxs) cada uno de los cuatro claustros son parte imprescindible y condición necesaria de su existencia”.
Expresando la posición del cuerpo de delegades y consejeres de FFyH, Paula Esquivel, trabajadora nodocente de la FFyH, dijo que se decidió acompañar la modalidad del paro activo “entendiendo que el avasallamiento a los derechos de lxs trabajadores comprende a ambos los claustros docentes y nodocentes. El eje de la actividad propuesta estuvo centrada en la necesidad de irrumpir el espacio público para poder visibilizar en qué afecta a la comunidad universitaria la falta de presupuesto actualizado”.
Para brindar un panorama sobre cómo está compuesta la planta de trabajadorxs y el impacto que recae sobre las tareas diarias y funciones por la falta de presupuesto, a través de carteles se dejó en claro que “esta situación no permite mejoras en los puestos laborales, cortando la posibilidad de ascenso y continuidad de la carrera nodocente, además de negar a lxs trabajadores las oportunidades de capacitaciones, generando sobrecarga de tareas y responsabilidades”.
En números precisos, Esquivel resaltó que “el salario básico de una categoría inicial del claustro nodocente expresa el valor del 40% de la canasta básica”.
Con la premisa de que a la universidad la construimos entre todxs, se hizo hincapié en “la necesidad de luchar juntxs por los reclamos que atraviesan a los cuatro claustros, continuar con las irrupciones en el espacio público para poner en discusión con la comunidad la situación de la universidad en general”.
Carolina Suescun, presidenta del Centro de Estudiantes de la FFyH, advirtió que “notamos una marcada disminución en la cantidad de estudiantes que pudieron continuar con el cursado y regularización de los espacios curriculares (tendencia aún más marcada si incluimos la participación en otras formas de habitar la vida universitaria). Consideramos que esto responde a una doble causal: por un lado, el actual contexto económico establece serias dificultades debido a los aumentos en transporte, alquileres, alimentos, y a la mayor cantidad de estudiantes trabajadores, que a su vez se encuentran cada vez más precarizades. Por otro lado, las políticas de permanencia que podrían aportar a la disminución de estas problemáticas se ven cada día más restringidas por la disminución del presupuesto universitario”.
Para enfrentar este contexto adverso, Suescun planteó una doble acción: “En primer lugar, construir como Facultad herramientas institucionales para garantizar la permanencia, relevando en profundidad las realidades en las que cursamos para crear dispositivos de acompañamiento este segundo cuatrimestre. En segundo lugar, sostener y ampliar el plan de lucha interclaustros que venimos llevando adelante desde finales del año pasado, para que el reclamo por la universidad pública, gratuita, inclusiva, laica y de calidad trascienda los ámbitos universitarios”.
La posición de lxs egresadxs se hizo escuchar en la voz de Rocío González Amaya, reciente egresada como profesora de historia y docente en el nivel medio en el IESS de Villa Carlos Paz y el Colegio Nacional de Monserrat: “La mayoría de lxs egresadxs de la FFyH nos insertamos principalmente en docencia en el nivel medio de la Provincia de Córdoba, cuya situación también se encuentra afectada en términos salariales, porque los acuerdos paritarios acordados no se respetaron y porque a esta situación se suma la eliminación del FONID por parte del Estado Nacional, una conquista obtenida a partir de la lucha docente en la carpa blanca a fines de los 90”.
Otro aspecto señalado por Amaya es la dificultad para vincularse al sistema universitario y científico “al impedírsenos pensar en proyectos de vida ligados a la ciencia por los recortes de becas de posgrado en investigación implementadas en CONICET”.
Como egresdxs de la universidad pública, “tenemos la obligación de defenderla y también de devolver algo a la sociedad que hizo de muchos de nosotros las primeras generaciones universitarias de nuestras familias. Por eso hay que salir de los círculos académicos y poder interpelar a la sociedad en general, confluyendo con distintos sectores en la lucha por la defensa de uno de los valores más importantes que tenemos en nuestro país que es la educación pública, gratuita y de calidad”.
Trapitos al sol
Como parte de las acciones de visibilización de la realidad universitaria, la asamblea de nodocentes de la FFyH definió una serie de acciones públicas con propuestas artísticas que complementen la palabra hablada. Con el lema “trapitos al sol, nodocentes en lucha”, se realizaron instalaciones en los pabellones Brujas y Residencial, con la idea de replicarlas en otros pabellones de la Facultad. “El sentido de esta acción político-artística es poder detenernos y pensar sobre lo que nos está pasando como comunidad universitaria”, señala Carlos Szulkin, de la secretaría de Extensión y mentor de la propuesta.
Asamblea Interclaustros
Todas estas acciones de protesta y visibilización de lxs actorxs universitarios confluirán en una nueva Asamblea Interclaustros (ya hubo una en marzo) que ya tuvo la adhesión del Consejo Directivo de la FFyH. “Es vital en los tiempos de crisis presupuestaria y salarial en las universidades que se viene transitando, poder propiciar espacios de encuentro y de diálogos entre los diferentes claustros que conformamos esta comunidad”, dice uno de los párrafos de la Declaración sobre la Asamblea, que tendrá lugar el próximo 13 de junio en el Auditorio Hugo Chávez del Pabellón Venezuela, entre las 13.30 y las 16hs.