En una declaración exigió, además, la restitución de Fernando Lugo como legítimo presidente de ese país, y apoya las medidas adoptadas por los países miembros del MERCOSUR y UNASUR [27/06/2012]
En consonancia con un amplio espectro de sectores sociales, políticos y de derechos humanos de Argentina y de otras naciones latinoamericanas, el Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC aprobó el lunes 25 de junio una declaración que “repudia enérgicamente el Golpe de Estado acaecido en la República del Paraguay” y “apoya las medidas adoptadas por los países miembros del MERCOSUR y UNASUR”.
Además, el escrito de los consejeros, que será comunicado al Consejo Superior de la UNC para que acompañe la medida, exige “la inmediata restitución de los mecanismos constitucionales y la restitución de Fernando Lugo como presidente legítimo del Paraguay”, y “acompaña al pueblo paraguayo en las expresiones de defensa de su legítima voluntad, y en particular, a los ciudadanos paraguayos residentes en Córdoba”.
Entre los muchos argumentos que la declaración expresa en sus considerandos, se resalta que “el juicio político que destituyó al presidente se formalizó sobre la base de acusaciones que no han sido probadas, y con un carácter sumarísimo que negó la posibilidad de una legítima defensa”. La postura del Consejo Directivo de la FFyH recuerda también que desde el comienzo del mandato del presidente depuesto, y a lo largo de toda su gestión, “Lugo trabajó junto a los gobiernos de la región para fortalecer sus procesos de integración, por lo cual este golpe de estado agravia al conjunto de gobiernos democráticos y pueblos de América Latina”.
Elegido democráticamente el 20 de abril de 2008, el presidente depuesto “desarrolló un conjunto de medidas de corte popular contra las cuales este golpe civil vino a perpetrarse”, sostienen los consejeros, quienes en su declaración subrayan que “nuestra historia reciente y el proceso vigente de construcción de memoria colectiva que llevamos adelante como país, nos obliga a rechazar enérgicamente cualquier hecho que violente la voluntad popular y a velar por la democracia en cualquier lugar del mundo”.