El jueves 30 de julio, en su primera sesión presencial con protocolo sanitario, el Consejo Directivo de la FFyH emitió una declaración de “reconocimiento y agradecimiento a la Comunidad Educativa de la Facultad de Filosofía y Humanidades, a los equipos de cátedras y estudiantes, al personal nodocente, a las autoridades decanales y equipo de gestión de la Facultad y las Direcciones de Escuelas y Departamentos, por haber sostenido con sus prácticas humanas y profesionales la actividad de la Facultad en el contexto de la pandemia provocada por el Covid-19”.
Tanto en las reuniones de trabajo por la plataforma Moodle como en la sesión presencial, los diversos bloques de los cuatro claustros manifestaron la necesidad de enviar un fuerte mensaje de reconocimiento al compromiso con el que toda la Facultad enfrentó este complejo e inédito contexto, aún en situaciones de disenso y más allá de las diferentes agrupaciones políticas, pero sin desconocer que quedan sin resolver diversas circunstancias.
“La angustiante situación generada a nivel internacional este año, que afectó los modos de vida y de relación de todos y todas, lejos de sumirnos en la anomia o inacción, despertó una rápida reacción de toda la Facultad y así, a lo largo de un cuatrimestre marcado por la inédita situación de cursado en forma absolutamente virtual, la Comunidad Educativa de la FFyH orientó sus acciones en el mismo sentido de su trayectoria histórica: defendiendo la Educación Superior Pública como un Derecho Humano que el Estado Nacional garantiza, sosteniendo los derechos laborales de sus trabajadores y trabajadoras docentes y nodocentes, sensible a los aportes que estuvieron a su alcance realizar para favorecer los intereses y necesidades de todas y todos”, señala la Declaración.
El texto también afirma que “la necesidad y la convicción permitieron entonces imaginar y proyectar a la práctica nuevos mecanismos de intercambio, consulta y construcción de consensos, que se fueron sosteniendo para permitir un funcionamiento en las mejores condiciones posibles, sin comprometer ideales democráticos ni desconocer derechos”.
“Si bien queda mucho por mejorar, por responder – probablemente, en la formación de grado, lo más acuciante sea generar mecanismos de exámenes que garanticen el derecho a la educación sin vulnerar derechos laborales docentes ni nodocentes, para las condiciones regular y libre – también es este un momento oportuno para reconocer lo hecho”, finaliza.