Se realizó el día 4 de octubre y reunió a más de 30 presentaciones en las distintas modalidades de egreso que prevén las carreras de Licenciatura (modalidad investigación y modalidad práctica profesional supervisada) y Profesorado (práctica docente).
En total, 50 estudiantes y recientes egresades pudieron poner en común en las mesas de trabajo sus experiencias, aprendizajes y desafíos en los distintos momentos del proceso de egreso. En este sentido, las mesas se organizaron en tres grandes grupos: 1) Primeros pasos, 2) Avances intermedios y 3) Etapa de finalización, y contaron con la participación de docentes de la Escuela que comentaron sus producciones. El énfasis colaborativo y reflexivo de este espacio, preocupado por el tramo final de las trayectorias académicas de lxs cursantxs, se reveló como un acierto político y pedagógico.
Esta Jornada emerge como propuesta en el contexto de retorno a la presencialidad del dictado de las carreras de grado y ante la necesidad de retomar algunas iniciativas institucionales que se habían comenzado a desplegar antes de la pandemia por Covid 19.
En esta oportunidad, el propósito central fue hacer de la cuestión del egreso un problema transversal de la formación, que debe ser tematizado desde el ingreso a las carreras en Ciencias de la Educación y asumirse como responsabilidad compartida entre docentes, estudiantes y egresadxs.
“Partimos del reconocimiento de las múltiples alteraciones que sufrieron las prácticas de investigación, intervención pedagógica y enseñanza por las medidas preventivas que se adoptaron en la pandemia; especialmente en lo que refiere a modos de relación con los objetos de enseñanza e investigación; interacción entre sujetxs; estrategias de intervención; elaboración de información y análisis y dinámicas de acompañamiento de estudiantes egresantes”, señalan desde la Comisión Organizadora de la Jornada.
Además, la Comisión considera que esta Jornada “se ofrece como un gesto de compromiso colectivo frente a estas tendencias, a la complejización de los procesos, a la importancia de jerarquizar este tramo formativo de final de carrera y de valorar su aporte a la producción de conocimientos específicos sobre el campo de las Ciencias de la Educación. A la vez, asume el desafío de institucionalizarse como un espacio que, articulado a otros, sea de andamiaje a la continuidad de las trayectorias académicas y experiencias de lxs estudiantes egresantes, aloje las preocupaciones que tiene todo el estudiantado sobre el egreso y permita comprender con mayor profundidad las múltiples condicionantes del egreso que deberían contemplarse en futuras acciones”.