Con estas palabras Emi D’Ambra de 84 años, titular de la Asociación Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas de Córdoba se mostró emocionada al recibir el Premio José Aricó al compromiso social y político, otorgado por la FFyH. La ceremonia se celebró el 10 de diciembre en el Pabellón República Bolivariana de Venezuela, presentándose, a su vez, el Programa de Derechos Humanos creado por esta misma Facultad. GALERIA DE IMÁGENES Y VIDEOS
Alrededor de las 18 horas, en las afueras del Pabellón Venezuela, Emi D’Ambra ya se encontraba rodeada por el cariño y la admiración de familiares, amigos y referentes de distintas instituciones y organismos de DDHH de Córdoba. Un árbol decorado con guirnaldas multicolores y flores tejidas a mano por el grupo “Tejemos por la Paz”, claveles rojos de papel repartidos por miembros del Archivo Provincial de la Memoria, junto a más de un centenar de personas que se llegaron hasta Ciudad Universitaria para acompañarla, resultaron la antesala perfecta del sentido homenaje que luego se desarrolló en el interior del Auditorio “Presidente Hugo Chávez”, hasta pasadas las 21hs.
“En la democracia todos los días se lucha por conquistar un derecho nuevo y también todos los días vemos como se vulnera algún derecho conquistado. Pero al margen de todas las dificultades, la democracia sigue siendo el mejor sistema que conocemos y debemos defenderla y cuidarla”, expresó Emi D’Ambra, al referirse sobre la importancia de cumplir tres décadas de una democracia ininterrumpida.
La ceremonia contó con la presencia de Silvia Barei, vicerrectora de la Universidad Nacional de Córdoba; Diego Tatián, el decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades; Silvia Ávila, titular del Programa de Derechos Humanos de la FFyH; Emiliano Fessia, director del Espacio de la Memoria La Perla; Ludmila da Silva Catela, directora del Archivo Provincial de la Memoria de Córdoba, Sonia Torres, representante de Abuelas de Plaza de Mayo Córdoba; integrantes de la agrupación HIJOS, Carlos Vicente, titular del Afsca delegación Córdoba y la escritora Graciela Bialet, entre muchas otras personalidades.
Emi D’Ambra vive en Alta Gracia y es una de las militantes más queridas y reconocidas de Córdoba. Tiene 84 años y actualmente se desempeña como secretaria ejecutiva de la Asociación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas de Córdoba, el organismo provincial más antiguo de Derechos Humanos, que ella misma contribuyó a fundar. Con su esposo, Santiago D’Ambra (fallecido en 2007) tuvieron cinco hijos: Eduardo, Carlos Alberto, Alicia, Ricardo y Gerardo. Dos de ellos (Alicia y Carlos) fueron secuestrados en 1976 y continúan desaparecidos. Desde entonces, su compromiso y perseverancia en la búsqueda por la verdad, la memoria y la justicia, la ubican como un verdadero ejemplo en la lucha por la defensa y el cumplimiento de los derechos humanos.
Somos mucho más que dos
Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia fue cuando se proyectó el video producido por el equipo de profesionales del Archivo Provincial de la Memoria. El trabajo incluye distintas entrevistas donde la propia Emi, junto a sus hijos, sobrina y nietos, narran fragmentos significativos que han marcado la historia de vida de la familia D'Ambra.
Luego, el decano de la FFyH, Diego Tatián, recordó un cuento de Julio Cortázar y reflexionó sobre el valor del legado que trasmiten determinadas personas en la historia de una sociedad. Habló con profundo respeto sobre la trayectoria de Emi D´Ambra y se refirió al sentido que alcanzan determinadas acciones que, por su virtud y con el paso del tiempo, funcionan como ejemplo y estímulo para llevar a cabo nuevas transformaciones.
Tras las palabras del decano, se leyó la resolución por la cual se decidió otorgar a Emi D’Ambra el Premio José Aricó "al compromiso social y político". Una distinción que anualmente entrega la FFyH a personalidades de distintos ámbitos por su trabajo y construcción en la vida democrática.
Emocionada por todos los gestos, Emi D’Ambra tomó la palabra y expresó que sentía la distinción, como un reconocimiento colectivo para todos los familiares que en la dictadura salieron a buscar a sus hijos. Agradeció en especial a su compañero Santiago D’Ambra por haberla acompañado siempre y confesó que fue el hecho de salir a las calles a luchar por sus hijos la que le impidió caer en la tristeza. “Mientras mis piernas aguanten, voy a seguir luchando” afirmó con entusiasmo.
Entre diferentes anécdotas, que muchos de sus amigos y compañeros compartieron en público, la ceremonia terminó con música a cargo del grupo Zíngaros.
Con la convicción colectiva de un “Nunca Más”En el marco de la entrega del premio a Emi D’Ambra se presentó el Programa de Derechos Humanos de la FFyH. Silvia Ávila, su coordinadora, destacó que la creación del Programa “constituye un hito en una construcción institucional colectiva y en curso, arraigada en prácticas configuradas a lo largo de los años en esta unidad académica” y que forma parte de una “propuesta a futuro que busca reunirnos en acciones y preocupaciones, anudadas a la de otros actores sociales y políticos, a movimientos y organizaciones para potenciar espacios de trabajo, de producciones, de debates y controversias en las que nos reconocemos como activos partícipes desde múltiples referencias”. Además, Ávila señaló que la presentación se hizo en “el día en que se cumplen los 30 años del retorno a la constitucionalidad y al sistema democrático como forma de gobierno”. “Este es justamente el contexto en el que nuestro Programa comienza a caminar. Treinta años transitados con la convicción colectiva de un “Nunca Más” que, sin embargo, fue y es necesario reafirmar una y otra vez. Los avatares de estas décadas, y diríamos, de estos días, nos convocan a tomar nota de la significación de las libertades y garantías alcanzadas, los avances tangibles en relación con la verdad y la justicia y al mismo tiempo ponen ante nosotros, lo sinuoso e intrincado del entramado económico, social y político en se juegan y disputan a cada paso los derechos ganados y aquellos por conquistar”. Dentro de sus objetivos, recalcó que el Programa se propone generar nuevos espacios orientados a la sensibilización. También se dedicará a la formación de grado y posgrado, al desarrollo de jornadas de investigación, promoviendo los vínculos necesarios con la comunidad y con organismos de Derechos Humanos, a través de convenios con distintas universidades, colectivos, organismos, organizaciones sociales, sindicales y territoriales. Entre las actividades se prevé la realización de ciclos de extensión, publicaciones, desarrollos de prácticas pre-profesionales en Organismos de Derechos Humanos, exhibición de producciones audiovisuales y apoyo a los juicios referidos a delitos de lesa humanidad, llevados a cabo por el Poder Judicial, entre otras actividades. “Estas realidades múltiples y contradictorias comprometen al Programa de Derechos Humanos para incidir en la formación de los estudiantes, de los profesionales y futuros profesores, y a potenciar la producción de conocimientos valiosos para nutrir las demandas y las luchas de la sociedad; nos exige pensar en las transmisiones, vinculaciones, intervenciones y co construcciones de saberes y prácticas necesarios para contribuir a profundizar la democratización en el terreno social y político”, afirmó Ávila y finalizó:“Comenzamos a construir un Programa que recoge una historia y una expectativa de trabajo, para sumarnos a este colectivo de trabajo tan amplio que felizmente hoy acompaña con tanto afecto la entrega de este premio a Emi”. El Programa cuenta con un Consejo de Coordinación, que se renovará anualmente, creado con la finalidad de fortalecer su perfil plural y apuntalar su inserción colectiva. Los integrantes de este primer Consejo, designados por el Consejo Directivo, son Norma San Nicolás, Eduardo Mattio, Carol Solís, Agustín Minatti, Santiago Llorens, Natalia Bermúdez, Lucía Robledo y Romina Flores. Toda la información y actividades del Programa se pueden encontrar en el blog http://blogs.ffyh.unc.edu.ar/programaderechoshumanos/ |