El acto de cierre del ciclo lectivo 2022 de la Facultad de Filosofía y Humanidades puso en valor los esfuerzos que implicó la vuelta a la presencialidad y el aprendizaje que dejó la pandemia. Emoción y agradecimientos entre lxs trabajadorxs docentes y no docentes que se jubilaron y recibieron su medalla.
El jueves 15 de diciembre, en el hall del Museo de Antropologías de la FFyH tuvo lugar el acto de cierre del año 2022, en el cual tanto la Decana, Flavia Dezzutto, como el Vicedecano, Sebastián Muñoz, destacaron, entre otras cosas, el desafío y el aprendizaje que implicó la presencialidad luego de dos años de pandemia.
Con Fabiola Heredia, Directora del Museo, como maestra de ceremonias, el acto comenzó con la proyección de un video institucional que en su primera parte mostró cómo fue esa vuelta y las decisiones institucionales que permitieron volver a habitar la Facultad de manera segura, para luego ir repasando las principales acciones desarrolladas por cada una de las secretarías, áreas, programas y oficinas que componen la gestión de la FFyH.
Después de este momento audiovisual, y refiriéndose al contexto que como sociedad tuvimos que atravesar, Dezzutto señalo que “como Facultad de Humanidades, nada de lo humano nos resulta extraño. Por eso articulamos y hermanamos con comunidades, colectivos y territorios. Nuestra Facultad es una gran trama que camina las formas de la verdad y la búsqueda de justicia con esas comunidades que articulamos, de la misma manera que lo hacemos con nuestra propia comunidad. Como dijo una poeta mapuche, invocamos a nuestra memoria para hermanarnos en los sueños que queremos construir y en los horizontes que podemos imaginar”.
Luego fue el Vicedecano, Sebastián Muñoz, quien al igual que su compañera de gestión agradeció el esfuerzo realizado por docentes, estudiantes y nodocentes para volver a la presencialidad y hacer que las cosas funcionen. “Este fue un año heterogéneo, con muchos desafíos, y sentimos un gran acompañamiento para respetar los compromisos académicos. También quiero agradecer a los equipos de investigadorxs por ese esfuerzo, en un período donde hubo que articular lo subjetivo con lo colectivo”.
En este sentido, Muñoz dijo que “no volvimos como si nada hubiera pasado, incorporamos la experiencia de la pandemia y eso nos obliga a pensar qué tipo de presencialidad queremos, a cómo construir un habitar inclusivo, aprendiendo sobre lo vivido durante el aislamiento. Esto es algo que está en discusión y en construcción”.
Reconocimiento a jubiladxs
Antes de entregar la medalla a lxs docentes y nodocentes que se jubilaron, Dezzutto destacó que “este es un acto de reconocimiento que no se hace en todas las facultades, yo pensaba que sí, pero no es así y eso también habla de nuestra Facultad”.
Así, Heredia fue nombrando a quienes se encontraban en el Museo para recibir su medalla como quienes no pudieron asistir por distintos motivos: Patricia Adriana Mercado, María del Valle Calviño, Mirta Isabel Bonnin, Carmen Adriana González, Griselda Beatriz Tarrago, Aaron Saal, María Susana Barrale, Alicia Acin, Ramón Enrique Cornavaca, Gabriela Domjan, Ana Graciela Levstein, Marcelo César Bianco, Gladys Adriana Pertile, Arturo Edgardo Ruiz, Enrique Fernando Zanoni, Silvia Graciela Fois y Sonia Mangas.
Como generalmente ocurre, la palabra circuló entre quienes aportaron gran parte de su vida a la Facultad. Previo a eso, Dezzutto recordó a Adela Coria, la docente e investigadora que falleció en julio pasado y dejó una huella profunda en la comunidad de Filo. “Adela es una ausencia y a la vez una memoria muy fuerte. Partió de esta dimensión y seguro estará en otra acompañándonos”, dijo la Decana, para luego entregar al micrófono a Fois. “Ustedes saben que a mí me gusta hablar, pero hoy voy a hacerlo a través de las palabras de otra compañera, Silvia Lonatti, que no pudo estar hoy aquí por el Covid”, dijo, en un cerrado aplauso reconoció a la compañera del Área de Enseñanza.
“Cuando pienso en el tiempo transcurrido, en la vida recorrida, se me viene a la cabeza Eladia Blázquez y su ´honrar la vida´, y creo que esas palabras está reflejada en la vida de mis compañerxs, hoy quiero abrazarlxs para agradecerles tantos años compartidos, tantos años de luchas, de presencia en esta casa, en esta querida Facultad de Filosofía y Humanidades y claramente en las calles…, este país y este mundo no permite que nos vayamos a dormir la siesta, este país y este mundo nos exige salir a la calle, organizarse y seguir luchando para que sea alguna vez un poco más justo para todas y todos”.
Después fue Acin quien también agradeció la posibilidad de decir unas palabras: “Hoy es un día muy especial, desde mi trabajo acá y en la provincia digo que soy orgullosamente una empleada pública, siempre lo viví como un servicio público. La vida en la universidad tiene un plus por el trabajo interclaustro y compartido, hay un sentido de pertenencia muy fuerte y por eso seguiré participando desde el claustro de graduadxs. Gracias por recoredar a Adela, yo estuve el año pasado acompañándola en este acto y me hubiera gustado que ella estuviera acá hoy. No fue la única pérdida que tuvimos, pero algunas personas se sienten más por lo que han dejado en esta Facultad”.
Marcelo Bianco fue el trabajador nodocente que también dijo lo suyo, rescatando lo que se había dicho anteriormente: “Como dijo la Decana, de que nada de lo humano nos es indiferente y Silvia Lonatti, con su honrar la vida, la realidad nos obliga a salir a defender lo logrado”. Invocando la lucha de Silvina Parodi, la hija de Sonia Torres que fue secuestrada y desaparecida por la última dictadura cívico militar y que fue compañera en el Colegio Manuel Belgrano, y de Hebe de Bonafini, histórica líder de Madres de Plaza de Mayo recientemente fallecida, Bianco llamó a “seguir luchando como universitarios en las calles para defender la universidad pública. Hay una intención de mercantilizar la educación y la universidad, pero tenemos una historia detrás y un desafío de luchar contra la reducción presupuestaria, como lo hicimos en 2018”.
La jornada culminó con la música de Víctor Vargas y Fer Buté, quienes interpretaron piezas altamente emotivas, como “A las Abuelas de Plaza de Mayo”, el poema de Gabriela Mistral “Oración de la maestra”, mixturada con la canción “Pequeña serenata diurna”, de Silvio Rodríguez, y “En esta parte del sur”. Chileno de nacimiento, Vargas pudo estudiar Antropología en nuestra Facultad y no quiso dejar de valorar la educación pública argentina: “En mi país no podemos estudiar libremente, por eso esta lucha por la educación pública es mucho más grande, no solamente de Argentina. Siéntanse premiados por esta universidad que tienen”, dijo Vargas, reflexión que fue acompañada por un sentido aplauso de las personas que llenaron el hall del Museo de Antropologías.
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