Con motivo de celebrar los veinte años de los paneles de derechos humanos en los cursos de nivelación de la FFyH, se realizó un panel para lxs ingresantes 2023 en la Sala de las Américas del Pabellón Argentina, con la participación de Alicia Servetto, Horacio Etchichury y Rosario Badano. También, en una actividad cargada de emoción y recuerdos, tuvo lugar un sentido homenaje a Graciela Biber, pionera del ingreso a la FFyH y de estos paneles en la Facultad.
Los paneles de derechos humanos, que son un sello de identidad y una apuesta institucional y política de la Facultad de Filosofía y Humanidades, tuvieron su merecido festejo el miércoles 8 de febrero en la Sala de las Américas del Pabellón Argentina.
Con la presencia de mas de quinientos ingresantes a las ocho carreras que se dictan en la Facultad, las autoridades y equipo de gestión y lxs coordinadorxs de los cursos de nivelación, el panel-homenaje “Igualdad, derecho a la educación superior, ingreso universitario, por más educación, más derechos”, tuvo el marco que se merecía al momento de celebrar los veinte años de la realización de los paneles de derechos humanos en los cursos de nivelación de la FFyH, con un panel integrado por Horacio Etchichury, Alicia Servetto y Rosario Badano y coordinado por Denise Reyna Berrotarán. La actividad fue presentada por Vanesa López, coordinadora del Área de Inclusión Estudiantil a los Estudios Superiores (IEES) de la Secretaría Académica , quien valoró los aportes de la otra protagonista de la actividad: Graciela Biber, pionera de los cursos de nivelación y los paneles de derechos humanos en la universidad, aplaudida por todo el auditorio.
López cedió la palabra a la Decana, Flavia Dezzutto, quien destacó la presencia del Vicedecano, Sebastián Muñoz, y de las autoridades y equipo de gestión, para luego definir a Biber como “una persona clave de la trama de este espacio académico, universitario, donde empiezan a transitar este camino lxs ingresantes”. Y Sobre los paneles de derechos humanos, un sello de identidad de la FFyH, la Decana dijo que “para la Facultad son esenciales porque tiene como protagonistas a ingresantes, egresadxs, profesores, adscritos y ayudantes alumnos”.
En este sentido, Dezzutto resaltó los 20 años de la realización de los paneles de derechos humanos, política que luego se fortalecería con la creación del Programa de Derechos Humanos, que en noviembre pasado cumplió los 10 años. “Transversalizar los derechos humanos es crucial en nuestro país y en nuestra región, es lo que da identidad política a nuestros pueblos. Es como un camino colectivo largo que cimentó la democracia que este año cumple 40 años. Democracia que lo mejor que tiene es que fue entramada y construida por los organismos de derechos humanos. Por eso creemos que la consigna Memoria, Verdad y Justicia es futuro, caminar con esta mirada de derechos humanos, donde los últimos, los más débiles o desprotegidos sean los primeros, este trabajo que nos propusimos con los paneles habrán tenido sentido”.
Tres miradas sobre los derechos humanos
Denise Reyna Berrotarán , integrante del Área de Inclusión Estudiantil a los Estudios Superiores (IEES) de la Secretaría Académica, a cargo de los cursos de ingreso, y quien asumió el rol de presentar y coordinar al panel. Al inicio, destacó el trabajo ininterrumpido de los paneles desde el año 2003. Luego cedió la palabra a Alicia Servetto, historiadora, recibida en la Escuela de Historia de la FFyH y docente e investigadora de esta Escuela y de la Facultad de Ciencias Sociales y el CEA-UNC.
Fiel a su profesión, trazó para lxs ingresantes una síntesis histórica sobre la UNC, desde aquella universidad jesuítica fundada para formar a la elite que servía a la corona española, para luego destacar la Reforma Universitaria de 1918, que sacudió a aquella universidad escolástica y monacal para sentar las bases del actual sistema universitario, para luego respasar algunos de los hechos que durante el siglo XX atravesaron claustros y pabellones, como la gratuidad de 1947, la feminización de la matrícula, y la resistencia a las muchas dictaduras, sobre todo la genocida de 1976, que convirtió a la universidad en un ámbito oscurantista y académicamente chato.
Ingresante de la universidad en la primavera democrática de Alfonsín, Servetto compartió el renacer de esa universidad con el cambio de los planes de estudio, el retorno de docentes y estudiantes del exilio y la recuperación de los centros de estudiantes y de la ciudadanía y vida universitaria. “Una universidad que se construyó sobre mucho dolor y muchas ausencias”.
En este sentido, y frente a discursos dominantes que buscan generar desánimo en la juventud y hasta se animan a cuestionar la Democracia como sistema de gobierno, Servetto valoró que la democracia trajo “libertad, libertad para hablar, opinar, vestirse, juntarse, participar en política, trajo estabilidad institucional, y más derechos sociales, económicos, culturales”.
También resaltó que en 2008 se estableció a la educación superior como un derecho humano universal, además de un bien social y público. De todas maneras, entre las “deudas de la democracia, planteó que “falta incluir la igualdad, que debe ir de la mano con la libertad. En este punto la universidad tiene mucho que aportar. Hoy la democracia está asediada por poderes muy concentrados que plantean la idea de que este es un país de mierda, y no lo es”. Interpelando a un público que está asomando la cabeza en la universidad, señaló que “la democracia es el mejor sistema que conocemos, y para defenderlo y mejorarlo se requiere actitud comprometida, así que tenemos mucho por hacer, ustedes también”.
Un mundo con derechos humanos es un mundo mejor
Horacio Etchichury es abogado, profesor en la Facultad de Derecho de la UNC y un referente a la hora de pensar la justicia desde el paradigma de los derechos humanos. Asiduo participante de los paneles, señaló que “abren un diálogo entre profesores, autoridades y también entre otras carreras”. Luego de recordar que los derechos humanos fueron incorporados a las legislaciones estatales después de los genocidios ocurridos en las dos guerras mundiales de la primera mitad del siglo XX, destacó que “los derechos humanos son valores, aspiraciones que tienen una resonancia ética, son derechos que tienen las personas por el solo hecho de serlo. También son las condiciones normativas para ejercer la libertad, para tener una vida digna. Estas decisiones colectivas son producto de luchas sociales y políticas”.
Después de valorar que la educación superior sea un derecho humano, sostuvo que al ser universales no son una mercancía que pueda estar regulada por el mercado, son “compromisos de los estados, y si son universales son para todxs”. También planteó que la “violación de los derechos humanos no los elimina, todo lo contario. Por eso los derechos humanos son un modo de saber qué es lo que debemos hacer, una clave para la vida en común, que también nos sirve para evaluar a las distintas propuestas políticas que se nos presentan”.
Por último, remarcó que “todas las profesiones pueden leerse en esta clave de derechos humanos. Es lo que ustedes, si llegan a esa instancia, van a escuchar cuando juren como egresadxs, es parte del compromiso que se asume como egresadx de la universidad pública”.
La solidaridad es lo que sustenta la vida humana
La tercera panelista fue una invitada de la Universidad Nacional de Entre Ríos, especialista en cuestiones de ingreso, la Licenciada Rosario Badano, quien agradeció “la propuesta académica de una Facultad que nos habilita a ser parte de una historia muy rica”. En sintonía con lo planteado con lxs que la precedieron en la palabra, Badano aseguró que “no hay mérito individual si no hay política que sustente que una persona pueda hacer tal o cual cosa, no hay una sociedad posible sin el otrx”. Por eso, la “solidaridad es lo que sustenta la vida humana, y la pandemia fue un clarísimo ejemplo de eso, no importaba tener plata si no podías acceder a la vacuna. Es en el colectivo que la condición humana tiene sentido”.
Agradecida por estar participando de la actividad, resaltó que “esta Facultad está comprometida con su tiempo histórico, y construye sujetxs que hablan con lo que pasa. Y para eso se necesita formación política e histórica, porque es eso lo que nos convierte en sujetos libres. La política es lo que regula que las cosas pasen”.
En contraposición a ciertos discursos pesimistas, Badano aseguró que “todo lo que hacemos es porque creemos en la juventud, y estamos convencidxs del lugar emancipatorio del conocimiento. Educarnos es la mejor apuesta que podemos hacer como Nación. Me gusta una idea de Boaventura De Sousa Santos, que dice que “creemos en la igualdad en la diferencia, me gusta caminar en ese sentido. Hagamos de la condición humana el mejor lugar del mundo. Nos miremos en lxs otrxs, y que esa mirada que vuelve sea una de las batallas culturales más importantes que habremos ganado”.
El homenaje a «La Gra»
La segunda parte de la actividad tenía un objetivo muy deseado por todxs lxs presentes: reconocer y homenajear a Graciela Biber, docente jubilada de la FFyH que fue pionera de los cursos de nivelación y de los paneles de derechos humanos en los cursos. Junto a Vanesa López, una “Gra” muy emocionada por el reconocimiento, escuchó con atención el texto que López escribió en nombre de la Facultad. “Estamos conmovidos como Facultad”, reconoció López, y pasó a compartir sus palabras:
“En esta ocasión queremos homenajear y reconocer la trayectoria de nuestra querida Graciela Biber , “La Gra” como todos la conocemos, hacerlo supone recorrer también la historia del ingreso a la Facultad de Filosofía y humanidades y su larga tradición y defensa de la educación pública y el derecho a la educación superior. Si me permiten, voy a hacer una pausa para contarles un poquito sobre Graciela, aunque me encomendó que fuera cortito y coloquial, pero como aquí nos encontramos con 500 alumnos ingresantes es necesario extendernos un poco para hacer memoria y que ellos también puedan inscribirse en la historia institucional.
Graciela es egresada de la escuela de ciencias de la educación obtuvo los títulos de profesora y licenciada, trabajo como docente en los niveles primario, terciario y universitario. Cuando corría el año 1998 asumió la menuda tarea de Coordinadora General de los Cursos de Nivelación de la facultad (que en ese momento estaba integrada por las carreras que conocemos hoy y además la Escuela de Artes y la Escuela de Psicología que posteriormente se independizaron y adquirieron el estatuto de Facultad) ejerció dicha tarea hasta su jubilación en 2016. Así es que si hacemos cuentas fueron 18 años a cargo de recibirlos a Uds. “los ingresantes “que, con los equipos docentes de las diferentes carreras afrontaban y aun afrontan el desafío de garantizar el acceso y la permanencia en la universidad pública, en esta casa de estudio en particular, en Filo como nos gusta llamarla.
Es importante aclarar que los cursos de nivelación como tramo inicial de las carreras de grado se implementaron recién en la década de los años 90 con los objetivos de, entre otros, abordar contenidos específicos, iniciar en las practicas del aprendizaje universitario y formar en el rol del estudiante universitario, según lo estableció la resolución del Honorable Consejo Superior en ese periodo.
La Facultad en ese contexto, decidió que el ingreso NO seria restrictivo, y que contaría con un módulo sobre “Ciudadanía Universitaria” común a todos las carreras, se pensó desde sus inicios, y allí Graciela tuvo una gran responsabilidad, en promover la formación de los estudiantes en la Universidad Publica en tanto como lo expresa Sandra Carli es “un espacio de constitución de sujetos educativos pero también como creador de condiciones para la producción de sujetos políticos y culturales».
Ya en el año 2003, en el contexto de la crisis económica social que vivió nuestro país, Graciela junto a los equipos docentes organizaron las primeras Jornadas Interescuelas, destinadas a fomentar el intercambio entre docentes y especialistas y estimular en los ingresantes el interés por prácticas profesionales comprometidas con lo social. A lo largo de estos años, se mantuvo este tipo de actividad pero con una orientación clara hacia el tratamiento de los Derechos Humanos en un sentido amplio y hoy nos encontramos aquí celebrando los 20 años ininterrumpidos de la implementación de los paneles sobre derechos humanos, y quisiera destacar la relevancia de esta iniciativa puesto que, parafraseando a nuestro querido Juan Pablo Abratte:
«La problemática de los DD. HH. constituye en sí misma un eje transversal de la formación, aunque ha sido siempre difícil su inclusión en instancias formales. Las características de los planes de estudio y el énfasis disciplinar y profesional de las carreras universitarias suele obturar el desarrollo de estas temáticas (……) los DD. HH. abarcan una multiplicidad de campos disciplinares –derechos sociales, políticos, culturales, ambientales, sexuales y reproductivos, lingüísticos y comunicacionales– y conforman un extenso campo de formación e intervención profesional que no debería desconocerse o ignorarse en los espacios universitarios. Por otra parte, el conocimiento de la historia reciente y la recuperación de la memoria son ejes transversales de la formación académica y profesional, y de la consolidación de la ciudadanía universitaria, la cual se presenta como una de sus dimensiones centrales».
En línea con este desafío de instalar o institucionalizar la temática del ingreso y los DDHH, nuestra Homenajeada junto a Secretaria Académica, organizaron el Primer encuentro nacional “La problemática del ingreso en las carreras de Humanidades, Ciencias. Sociales. y Artes en universidades públicas”, en el año 2004. Actividad pionera que posibilito instalar el debate y la reflexión en torno a las problemáticas y desafíos del ingreso a la universidad pública. De igual importancia y según el diagnóstico de diferentes especialistas uno de los principales desafíos en el acceso al nivel superior es la articulación con el nivel secundario, allá fue Graciela y también participo como Coordinadora y Directora del programa de Articulación Escuela media-universidad desde 2005 a 2011, dependiente de la Secretaría de Asuntos Académicos de la UNC.
En pos de fortalecer el tramo inicial del ingreso entre los años 2010 y 2012 se crearon los primeros cargos docentes permanentes de Profesores Adjuntos y Asistentes en las carreras con mayor matricula. Desde entonces y hasta hoy pudimos sostener esa política de fortalecimiento progresivo del ingreso a la Facultad. En 2022 desde Secretaría Académica de la Facultad y su Área de Inclusión Estudiantil a los Estudios Superiores pudimos alcanzar una meta largamente anhelada: que cada uno de los 8 equipos de ingreso de la Facultad (Filosofía, Letras, Historia, Geografía, Ciencias de la Educación, Archivología, Bibliotecología y Antropología) tuviera un profesor a cargo y un profesor asistente estables, ello es, que puedan trabajar de manera permanente con los ingresantes en cada carrera.
En 2016 se incorporó el modulo común “aportes teórico políticos feministas a los campos del conocimiento disciplinar”, que permite atender las necesidades, problemáticas y demandas de formación de nuestros estudiantes desde la perspectiva de derechos. Por lo que se incorporaron también al equipo docente especialistas en dichas temáticas.
A modo de cierre, podemos decir que Con Graciela empezamos un largo y creciente camino institucional que nos permitió poner en valor la instancia del ingreso, despejarla de todo indicio de selección o de evaluación meritocrática y constituirla en un espacio formativo para los cientos de jóvenes que apuestan por nuestra Facultad; un primer espacio universitario para aprender no solo de qué se trata tal o cual carrera, de lo que allí se estudia, sino también de lo que implica ser un ciudadano universitario, del valor que tienen las políticas de DDHH y de género para repensar las complejas tramas subjetivas, históricas y políticas de nuestra cultura y nuestra actualidad. Empezamos a pensar juntos que ingresar a la universidad implica no solo formarse como especialista en una disciplina sino en reconocerse como sujetos de derechos implicado en una imbricada trama social y cultural.
Por la labor realizada, por tu trabajo sostenido y por el compromiso ético y político que asumiste con esta facultad y con esta universidad queremos manifestarte nuestro agradecimiento”.
Entre lágrimas, Biber tomó el micrófono para agradecer “a todas las autoridades con las que pude trabajar, también a lxs docentes, no docentes, ingresantes, que me tuvieron que sufrir y disfrutar. Gracias, gracias, gracias”.
La ceremonia culminó con la entrega de la resolución que establecía el homenaje y unos presentes que Biber recibió junto a Dezzutto, la Directora del Programa de Derechos Humanos, Victoria Chabrando y lxs coordinadorxs de los cursos de las ocho carreras, que fueron abrazando a Biber como ratificación de un cariño y reconocimiento merecidísimo. “Como verán esta es una Facu con mucho abrazo, esto no es un hecho aislado, sobre todo para alguien alguien que nos abrazó a todxs”, dijo la Decana, y un aplauso conmovido cerró una jornada inolvidable.
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