El 19 de diciembre se presentó el libro “Colectivos y parcialidades políticas y sociales: los desaparecidos y asesinados de Córdoba en los ´70”, que reúne textos del equipo del Centro de Documentación Audiovisual de la FFyH y de otros autores. El trabajo reconstruye las historias y experiencias de quienes fueron víctimas del Terrorismo de Estado en esta Provincia. [22/12/2016]
Una sala casi a oscuras, luces hacia los disertantes y el mosaico con los rostros de los desaparecidos y asesinados por el Terrorismo de Estado como telón de fondo, fueron el marco estético elegido para presentar el libro “Colectivos y parcialidades políticas y sociales: los desaparecidos y asesinados de Córdoba en los ´70”, que reúne textos del equipo del Centro de Documentación Audiovisual de la FFyH y de otros autores convocados para esta publicación.
En el auditorio del CEPIA, Ana Carol Solís, vicedirectora de la Escuela de Historia de la FFyH, y Silvia Romano, una de las autoras y miembro del equipo de CDA que llevó a cabo la investigación, fueron las responsables de presentar un trabajo que recupera la identidad y la militancia de quienes fueron asesinados y desaparecidos por la dictadura, pero también por los gobiernos de facto y grupos de ultraderecha que funcionaron antes del golpe del 24 de marzo.
“Este libro es el resultado de un trabajo colectivo de muchos años, tanto en el CDA como de los equipos de investigación radicados allí, que representa una continuidad y, a la vez, una profundización en la laboriosa tarea de reconstruir el colectivo de las personas que resultaron víctimas del terrorismo de estado en la historia reciente de Córdoba”, señaló Solís.
La historiadora y coordinadora del Programa de Derechos Humanos de la FFyH, destacó que “el libro presenta el estado actual de la nómina de personas desaparecidas y asesinadas en Córdoba entre 1969 y 1983, consignando datos relativos a las condiciones de secuestro o asesinato, y toda aquella información disponible y fiable respecto de sus trayectorias públicas”. Pero no sólo eso, porque como planteó Solís, el libro “integra una serie de aportes específicos respecto de algunas de las tramas y conflictos en los que esas trayectorias biográficas y públicas discurrieron, inscribiendo las historias en una continuidad represiva -continuidad que no es idéntica- desde la dictadura de Onganía hasta la iniciada por Videla”.
La segunda parte del libro está dedicada a los capítulos individuales de los autores, en los que Norma San Nicolás continúa sus aportes sobre la configuración de un escenario disciplinador y represivo en la UNC, Gonzalo Pedano aborda las memorias en torno a la experiencia pedagógico-política del Taller Total en la Facultad de Arquitectura de la UNC en la primera mitad de la década de 1970, Juan Ignacio González expone avances en la reconstrucción de la AES, agrupación de Estudios Sociales de la UCC, que tuvo una activa participación en el escenario del Cordobazo y poscordobazo, y Abel Bohoslavsky recupera las acciones colectivas producidas por los médicos no rentados de los hospitales de Córdoba, en el marco de un proceso de lucha por el reconocimiento de sus demandas hacia el sistema de salud provincial, en la coyuntura de crisis de la autodenominada Revolución Argentina que se dio a comienzos de la década de 1970.
El trabajo se completa con un texto de Silvia Romano, que expone los criterios de conformación de la nómina de personas desaparecidas y asesinadas, que incluye 1054 casos, así como los desafíos y avatares en la búsqueda de información.
Luego de Solis y Romano, subieron al escenario Agostina Gentili, quien leyó unas palabras en representación de Bohoslavsky (quien no pudo viajar desde Buenos Aires) San Nicolás, Paty Palacios –también del CDA-, Pedano y González, quienes destacaron, cada uno a partir de la temática que aportaron para la elaboración del libro, la importancia de un material “que sirve como fuente de consulta permanente para lectores, investigadores, para la justicia misma, porque es un trabajo muy completo sobre aquella época, aunque sabemos que la reconstrucción de la represión es una tarea que seguirá abierta, y que es importantísimo seguirla haciendo”.