El jueves 7 de diciembre se celebraron los 40 años de democracia, se reconoció a docentes y nodocentes que se jubilaron en 2023 y homenajeó a las autoridades decanales elegidas democráticamente postdictadura. Además, hubo feria de producciones de las Escuelas, Departamentos, Áreas, Secretarías y Programas, y un cierre con la intervención PALIMPSESTO sobre la fachada del Pabellón Residencial, a cargo de Gabriel Orge.
En una tarde maravillosa de sol y cielo despejado, la celebración por los 40 años de democracia de la Facultad de Filosofía y Humanidades funcionó como espacio de encuentros, sentidos homenajes y reconocimientos, y reflexiones para valorar el camino transitado y afrontar los desafíos que asoman para defender y sostener la educación y la universidad pública y gratuita ante discursos y proyectos políticos que proponen lo contrario.
Situada al costado del Pabellón Residencial, la Muestra de producciones de Escuelas, Departamentos, Áreas, Secretarías y Programas de la FFyH junto a la Feria Comadres, fueron el aperitivo de una jornada altamente emotiva, por la fecha que se conmemoraba y por lxs protagonistas de un celebración que reunió a quienes dejaron una huella en la Facultad en los 40 años de democracia ininterrumpida desde el fin de la dictadura genocida.
Con la conducción de Fabiola Heredia, directora del Museo de Antropologías, y la música de Cristina Paredes y Norma Aguirre, fue la Decana, Flavia Dezzutto, la encargada de poner en valor lo transitado y de pensar las maneras para abordar lo que viene: “La historia no está cerrada ni clausurada, hay un camino colectivo, así ha sido y es para nuestra historia, siempre polifónica, llena de voces. Hoy es un momento para pensar nuestros caminos y también nuestros tiempos de promesas y realizaciones. Es tiempo de volver a nacer”.
“Yo canto en la diferencia, de lo cierto a lo falso, de lo contrario no canto”, decía Violeta Parra, cantautora chilena a quien la Decana eligió citar para comprender una coyuntura política que asoma tormentosa para la educación pública: “El desafío de la FFyH es poder cantar en tiempos difíciles, buscar la diferencia con inteligencia y empatía, con amor social, con amor político. La forma de la verdad nos hace mucha falta. Este es el desafío que se vincula con territorios, con comunidades. También puede ser que no cantemos, por lo menos no el canto de los vencedores”.
Anticipándose a lo que seguiría en la celebración, Dezzutto resaltó que “quienes hoy reciben su reconocimiento contribuyeron a hacer esta Facultad y yo solo soy testigo de ese agradecimiento. Creo que hay que seguir creciendo, luchando y construyendo una historia colectiva sobre todo de lo realizado en estos 40 años”.
Reconocimiento a jubiladxs
Como ocurre en cada acto de cierre de año, lxs trabajadorxs docentes y nodocentes que se jubilan recibieron su reconocimiento por parte de la Facultad: Alicia Beatriz Gutiérrez, Patricia María Supisiche, Adriana Marcela Barrionuevo, Celia Liliana Salit, Rubén Arturo del Sueldo, Silvia María Mateo, Julia Mónica Navarro, Elida Edith Elizondo, Aurora Ludueña, María Calviño, Oscar Donatti, Amelia Juárez y Clara Castro (en este caso lo recibió su hija Gabriela López).
Autoridades decanales democráticas
Otro momento histórico estuvo en el reconocimiento a las autoridades decanales de la FFyH elegidas democráticamente una vez culminada la dictadura y luego de la normalización en los primeros años de la década del 80.
Las primeras en recibirlo fueron María Saleme de Burnichón, a través de su nieto Caymmi Burnichón, y Elma Kolmeyer de Estrabou, en la persona de su hija Cecilia Estrabou.
Después siguieron las fórmulas de Héctor Rubio y Jorge Torres Roggero; Horacio Faas y Ana Alderete; Ana Alderete y Alicia Carranza; Carolina Scotto y Ana Correa; Carolina Scotto y Mónica Gordillo; Liliana Aguiar y Carlos Longhini; Gloria Edelstein y Silvia Ávila; Diego Tatián y Beatriz Bixio; Diego Tatián y Alejandra Castro, Juan Pablo Abratte (a través de sus hijxs) y Flavia Dezzutto y Flavia Dezzutto y Sebastián Muñoz.
Culminado el momento de reconocimientos y después de un breve receso, el acto finalizó con la música de Cocaleros y la intervención PALIMPSESTO sobre la fachada del Pabellón Residencial. A cargo de Gabriel Orge, la obra proyecta imágenes de un pasado reciente que vuelven para habitar su territorio de origen. Capas de memoria vuelven a ornamentar la arquitectura del pabellón en un gesto que activa la memoria.
“El pasado retorna y nos orienta en el camino”, sostiene el autor, quien trabaja interviniendo el paisaje urbano y natural “a través de proyecciones que intentan darle cuerpo a una serie de ausencias provocadas por actos de violencia”. Con estas acciones, la obra “pretende activar la memoria colectiva y estimular un proceso de reflexión histórica acerca de la construcción de los estados latinoamericanos”, propuesta que fue muy valorada por el público presente.
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