En el mes de las infancias ¡fabricamos historias en el Hospital de Niñxs!
Esta crónica recupera la experiencia de una actividad extensionista titulada “La fábrica de historias”, una intervención con teatro de títeres que se llevó a cabo el pasado 13 de agosto, con motivo de celebrar el mes de las infancias, en el Hospital Provincial de Niñxs.
Son las 8.15 de la mañana del miércoles 13 de agosto y en la oficina de la Secretaría de Extensión de la FFyH unos títeres se preparan para viajar de la mano de Carlos Szulkin y Diego Acosta, al Hospital Provincial de Niños de la Santísima Trinidad. En Casa Verde se los escucha susurrar:
…Hermes Vandall, un lobo ambicioso, cree que con su dinero el mundo puede estar a sus pies. Luisito, el pastor de ovejas y el sastre Don Efraín inventarán un plan para salvar a las ovejas con la ayuda de los niñxs…
Es que están ensayando la obra “La noche de las ovejas”, una puesta en títeres de miniatura que busca presentar una metáfora sobre la importancia del cuidado y la ayuda cuando atravesamos situaciones difíciles y dolorosas.
Carlos y Diego comenzaron este camino de llevar a los títeres de acá para allá -suelen ser muy demandantes estos muñequitos- en el mes de marzo en el Hospital Oncológico José Miguel Urrutia de Córdoba. Allí se realizó, entre otras actividades, un taller de títeres de sombra junto a 25 mujeres pacientes de esa institución.
Así, el hospital, muchas veces considerado un espacio que despersonaliza, se convirtió en escenario de historias muy particulares, que emplean el humor como un aliado que favorece los procesos de circulación y puesta en palabras, aspectos centrales del problema extensionista que configuró la demanda del hospital a la universidad pública. Este evento fue tan significativo para las personas que lo llevaron adelante que la propuesta a futuro es llevar la acción a las salas de espera de los demás hospitales del polo sanitario.
Pero, como estamos en agosto, y en agosto se celebra a la tierra y a lxs niñxs, los títeres reclamaron un espacio junto a lxs más pequeñxs. Es que también habían visto medio de refilón una experiencia que se lleva a cabo en el Hospital Garrahan impulsada por la “Al pie de la cama” (@alpiedelacama), un grupo de 7 compañías de títeres que vienen trabajando allí desde hace unos 12 años y les pareció una muy buena idea. Además, justo Luisito y Don Efraín necesitaban la ayuda de lxs niñxs para salvar a las ovejas. Todo cerraba.
Nuestros títeres salieron al encuentro de lxs niñxs a las 9.30 con “La noche de las ovejas”. La jornada comenzó con una función en el hospital de día, pero allí había solo dos niños. Los titiriteros Carlos y Diego, ante la ansiedad de los muñecos por encontrarse con más pequeñxs, se trasladaron al primer piso a la sala de internación 200 de onco-hematología infantil. Allí realizaron varias funciones en habitaciones donde los esperaban un montón de ojitos curiosos.
Al regresar al hospital de día se encontraron con la grata sorpresa que, por el revuelo que se había armado, varixs niñxs deseaban poder ver también la función y decidieron esperar a que regresen los titiriteros, aun cuando ya habían terminado su tratamiento. Una de ellas fue Brisa que tiene 10 años y viene de los Valles Calchaquíes de Salta. Brisa y su papá nos contaron que la historia les recordó el lugar donde viven, pues allí hay muchas ovejas y guancos. Que precioso no?
Humor y extensión universitaria
Este proceso de intervención se despliega sobre una relación ineludible y quizás poco indagada: el humor y las intervenciones extensionistas. El humor tiene la particularidad de que no niega las situaciones difíciles sino que ayuda a tomar cierta distancia de ellas para poder elaborarlas o mirarlas de otro modo, sobre todo cuando esas circunstancias duelen.
Al mismo tiempo, el teatro de títeres, como dispositivo de intervención, actúa sobre una zona de juego estratégica porque contribuye, desde su condición de objeto intermediario, a construir puentes entre la realidad externa y la realidad subjetiva de cada unx.
Resulta muy interesante observar todo lo que implican estas intervenciones en un contexto tan complejo como es un servicio de oncología para niñxs: ¿qué sucede con lo permitido y lo no permitido en el ámbito hospitalario? ¿Qué perspectiva de cuerpo doliente se interpela allí? ¿Cómo pensar procesos de intervención extensionista en ámbitos fuertemente marcados por la asistencia? ¿Qué especificidades tiene la construcción de la demanda en entornos hospitalarios? ¿Cómo pensar el diálogo de saberes con dispositivos que no se apoyan en la centralidad de la palabra?
Y así, con más preguntas que respuestas, llegamos al final de la historia.




