Profesionales con formación crítica y compromiso político-académico

El viernes 14 de junio tuvo lugar la primera colación de 2019 y 166 personas recibieron sus títulos de grado, pregrado y posgrado. En su discurso, el decano Juan Pablo Abratte señaló que el saber “no está en una acreditación”, sino en la capacidad de formar ciudadanos “con conciencia política, social y cultural, como también en la militancia académica, ética y política”.

El 14 de junio, la Sala de las Américas de Pabellón Argentina fue el escenario de la primera colación de 2019 de esta unidad académica. Un momento de profunda emoción para quienes reciben su diploma, como para los seres queridos que acompañan el momento de coronación de un gran esfuerzo individual y colectivo, en un país donde la educación superior es pública, gratuita, masiva y de calidad. Un sistema casi único en el mundo.

De lxs 166 graduadxs, 31 personas recibieron sus títulos de doctores, magísteres y especialistas, en tanto que otras 135 obtuvieron sus diplomas de licenciados, profesores y técnicxs en las ocho carreras que se dictan en la Facultad. Después del himno y las presentaciones de rigor, el Decano de la FFyH, Juan Pablo Abratte, compartió un discurso en el que destacó que el saber no está en una acreditación ni en un sistema informático.

“Enfrentamos perspectivas que conciben la formación profesional como formación instrumental o en competencias, instrumentación técnica o como un compendio teórico-práctico de procedimientos para responder a las demandas inmediatas del mercado laboral y que resulta pasible de reducirse a una serie de operaciones cada vez más transferibles mediante recursos tecnológicos, enlatados pretendidamente pedagógicos, globos de ensayo o escenarios artificiales de simulación. Esas experiencias pierden sentido si reducen la experiencia universitaria, si le hacen perder a la universidad pública su potencial crítico y la capacidad de formar ciudadanos; su conciencia política y sensibilidad social y cultural; como también la militancia académica, ética y política”.

El contexto político no estuvo ausente en las palabras del Decano: “¿Es posible pensar que el derecho a la educación superior tiende a ser garantizado en forma universal cuando desde el propio estado se afirma que todos sabemos que los pobres no llegan a la universidad? Y no se trata sólo de una retórica inclusiva frente a otra excluyente, sino más bien de un discurso que cristaliza en políticas que restringen de hecho el acceso a la educación superior para los sectores que más requieren de la acción del estado para garantizar ese derecho proclamado. Entender a la Educación Superior como derecho supone concebirla como un derecho universal, que debe priorizarse en el plano de las políticas, del financiamiento del sistema y de su expansión efectiva”.

En momentos de ajuste de la universidad pública y del sistema científico tecnológico, Abratte apuntó contra las reformas que “presentadas en clave de democratización académica, inclusión de sectores sociales que no logran acceder a los estudios superiores, flexibilización y modernización curricular y hasta producción de nuevos campos académicos y profesionales, conlleva el riesgo de producir una política regresiva respecto a la presencia de la universidad en los diversos territorios, con una proximidad a las comunidades que las constituyen y a  demandas específicas de nuevas generaciones de universitarios que en muchos casos han logrado acceder por primera vez a las instituciones de educación superior”.

Diálogo de saberes

Otro eje del discurso decanal estuvo en la apuesta a la formación teórico-práctica vinculada a la relación con actores extrauniversitarios. “Nuestra Facultad ha venido construyendo en los últimos años una mayor articulación con organizaciones sociales que, a la vez que fortalecen los abordajes disciplinares específicos, nos enfrentan al desafío de construir desde la docencia, la investigación y la extensión, nuevas estrategias de vinculación centradas en el dialogo de saberes, en los cruces entre el conocimiento académicos y otros saberes construidos en las diversas comunidades, que necesariamente enriquecen la formación de nuestros egresados y egresadas, a la vez que nos permiten ampliar los horizontes de intervención profesional, académica y política”.

Frente a la avanzada de discursos neoliberales, autoritarios, xenófobos, misóginos, homofóbicos, transfóbicos y transfóbicos en América Latina, Abratte invitó a “tomar un posicionamiento político y académico que constituya un aporte a la democratización sustantiva de las sociedades”, ya que estos proyectos “constituyen una afrenta para las Humanidades y las Ciencias Sociales, porque ponen en cuestión su capacidad crítica y su utilidad desde lógicas instrumentalistas y mercantilistas”.

En este marco político-institucional, el Decano convocó a lxs egresadxs a “promover experiencias de reflexión crítica, de vinculación con otros saberes, de producción conjunta de conocimientos en los múltiples territorios de intervención. Son ustedes quienes hoy podrán valorar si hemos logrado –al menos en parte- esos propósitos y quienes tienen –como egresados y egresadas- la responsabilidad institucional y política de contribuir a su consolidación”.

Por último, agradeció especialmente al Área Enseñanza “por su compromiso permanente con los procesos que hacen posible cada año este encuentro con los y las egresados y egresadas”, a su equipo de gestión, a las autoridades de las carreras de grado y posgrado de la Facultad, y a quienes recibían sus diplomas “porque han transitado la experiencia universitaria en clave de “filo”, y esos saberes no pueden ser acreditados suficientemente en ningún sistema informático ni materializarse en ninguna credencial debidamente legalizada, sino que constituyen huellas, marcas intelectuales, éticas y políticas que sentimos como indelebles”.

Luego del Decano hicieron uso de la palabra Mariela Chervin en representación de lxs egresadxs de posgrado, y Federico Uanini por parte de los de grado y pregrado, quienes resaltaron la importancia de la educación pública como “refugio de la lucha colectiva”.

La ceremonia culminó con la música que compartió la Red Society Jazz, previa al juramento de lxs egresadxs y la consiguiente entrega de diplomas.

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Se realizó el viernes 14 de junio en el Pabellón Argentina.

Publicado por Facultad de Filosofía y Humanidades – UNC en Viernes, 14 de junio de 2019