La FFyH adhiere al reclamo de un Estado presente para garantizar la salud y la vida

El Consejo Directivo aprobó una declaración que hace propio el contenido de la Carta Abierta elaborada por la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos, que exige urgentes medidas al gobierno provincial para proteger a la ciudadanía de Córdoba ante el avance de los contagios y muertes por Covid-19. Solicita, además, que el Consejo Superior de la UNC se sume también a esta iniciativa.

En su sesión del 7 de junio, el Consejo Directivo de la FFyH aprobó por unanimidad una Declaración que hace propias las palabras de la Comisión de Salud de la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos de Córdoba, titulada CARTA ABIERTA POR UN ESTADO PRESENTE PARA GARANTIZAR LA SALUD Y LA VIDA. “Ante las alarmantes y dolorosas cifras de contagios y muertes por COVID 19 en el país y especialmente en nuestra provincia de Córdoba, afirmamos la adhesión a medidas de cuidado que restrinjan la circulación, tal como las tomadas por el gobierno nacional días pasados”, señala el texto.

La Carta se hizo pública el jueves 3 de junio y entre el panel que la presentó a la ciudadanía participaron profesionales de la medicina, la bioinformática y la educación, entre ellxs, la pedagoga y educadora popular de la Escuela de Ciencias de la Educación de la FFyH, Marina Yazyi.

Presentando datos oficiales y experiencias de cómo viene afectando la vida y la salud de la población por la ausencia de medidas gubernamentales, la Carta señala como “necesario y urgente” la prolongación de las restricciones ante “la situación de colapso sanitario que presenta nuestra provincia por la falta de camas, de personal y el aumento de la propagación del virus como así también la falta de control ante las medidas restrictivas”.

Aunque el gobierno provincial suspendió las clases presenciales en el nivel primario hasta el 18 de junio, lxs firmantes de la Carta como lxs consejerxs de la FFyH manifiestan el “absoluto rechazo a la vuelta a la presencialidad en las escuelas, por cuanto constituye un acto de innegable negligencia, dado el nivel de contagios entre la población debido a la gran circulación de ciudadanes, que se suma a la ya existente”.

En este sentido, destacan que “se ha demostrado que se puede continuar en forma virtual y es el estado quien debe garantizar la equidad en el acceso a la conectividad. Como también posibilitar otros medios y estrategias que permitan a les estudiantes y docentes acceder a materiales y acompañamientos necesarios para posibilitar el derecho a la educación de todes incluyendo a niñes y jóvenes de sectores más vulnerados”. Daniela Moreno, dirigente del gremio de docentes privados de Córdoba (Sadop) contó que “se ha cuadruplicado el contagio de niños de entre 6 y 12 años desde que se volvió a la presencialidad escolar”.

Sobre el debate de la presencialidad o no en las escuelas giró la disertación de Yazyi en la conferencia de prensa, quien propuso “salir de la falsa dicotomía Virtualidad/Presencialidad, porque es posible garantizar el trabajo educativo en los territorios con otras estrategias pedagógicas, como radios comunitarias, cuadernillos de trabajo, videos, podcast y otras herramientas que pueden utilizarse en este contexto. Lxs educadorxs que venimos desde hace tiempo trabajando en los barrios junto a las organizaciones sociales de esos territorios, tenemos una experiencia acumulada y sabemos cómo hacer otra escuela en un momento en que la escuelas no son seguras por la pandemia. Es una trampa plantear salud o educación, para enseñar y aprender se necesita la vida y es ahí donde el estado debe poner en marcha políticas integrales, recursos materiales y humanos para llevarlos a cabo, porque los saberes y las redes para realizarlos están”.

Camas calientes y vacunas

Otro de los puntos centrales de la Carta que toma la Declaración del HCD refiere a la campaña de vacunación, que en las últimas dos semanas aceleró su ritmo y lo haría aún más entre junio y julio a partir de la llegada de millones de dosis y de la producción nacional de una de ellas, que precisamente arrancó este mes. Sin embargo, la Declaración sostiene que “si bien la campaña de vacunación avanza hacia amplios sectores de la población, sabemos que no son las únicas medidas para frenar este desborde”.

El colapso del sistema sanitario más importante de América Latina según el médico Oscar Atienza, otro de los panelistas que remarcó que “Córdoba tiene el 30% de las camas de terapia intensivas del país ocupadas con pacientes Covid”, fue confirmado por Pablo Aguirre, jefe de emergentología del Hospital Misericordia: “La situación es desesperante, trabajamos en un sistema de cama caliente, porque desocupamos una cama y a los minutos ya es utilizada por otro paciente”.

Refutando el dato oficial de que las camas críticas estaban ocupadas en un 80%, la Carta y la Declaración aseguran que “todos los hospitales se encuentran con un 100 % de ocupación de camas, el personal de salud es insuficiente, con salarios magros y está agotado tras jornadas extenuantes, sobre todo en atención de pacientes críticos. Las guardias se ven desbordadas, siendo muchos pacientes atendidos en los pasillos. Es significativo que en la mayoría de los casos no hay seguimiento adecuado, de les pacientes COVID aislades en sus domicilios, sin atención ni asistencia socioeconómica”.

Rodrigo Quiroga, especialista en bioinformática y otro de los panelistas del jueves 3 de junio, puso el acento en dos aspectos: que se controlen las medidas adoptadas porque en el confinamiento decretado por el gobierno nacional en Córdoba prácticamente no hubo control de ningún tipo, y evitar que ingresen las nuevas cepas del virus, como la proveniente de la India, “que son mucho más contagiosas. Por eso se necesita un mensaje claro y realista por parte del gobierno provincial a la población, y la puesta en marcha de aislamientos planificados e intermitentes”.

Desigualdad económica

Si algo dejó en evidencia la pandemia es la desigualdad, en todos los niveles: sanitaria, económica, educativa, laboral. En relación a este último punto, lxs consejerxs tomaron de la Carta el reclamo de medidas económicas provinciales urgentes, a los fines de “atender las necesidades básicas de quienes hoy están en situación de pobreza e indigencia extrema, como así también a les trabajadores independientes de sectores no asalariados; todes estos sectores dado el contexto viven situaciones desesperantes con dificultades para acceder a los alimentos, servicios, vivienda, abrigo, que son derechos humanos básicos”.

Tomando textual las exigencias de la Comisión de Salud de la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos, la Declaración advierte que “cuidar la vida también es cuidar las condiciones socioeconómicas. Demandamos un Plan de sostenimiento sanitario social y económico, que posibilite subsidios energéticos y alimentarios para atender la salud de manera integral. Cuidar la vida es disponer de los medios de comunicación social para la concientización y la prevención mediante la promoción de las medidas de cuidado. Cuidar la vida es cuidar al personal de salud. Aumentando la planta de trabajadores sanitarios y del Polo de la Mujer, en lugar de efectuar despidos en medio de una de las catástrofes más grandes de la humanidad”.

Por todo ello, el final del texto tiene varios destinatarios: “Exigimos al Gobierno y al Ministerio de Salud de la Provincia de Córdoba el compromiso y la responsabilidad en el cuidado de la salud y la vida; convocamos a la ciudadanía a sumarse con su adhesión a esta carta a organizarnos y movilizarnos para cuidar la vida y la salud, y solicitamos al Honorable Consejo Superior de la Universidad que considere adherir haciendo propia la presente declaración”.

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Imagen de portada: La tinta