Con motivo de un nuevo aniversario de nuestra ciudad, se realizó en la FFyH el taller “(Re) pensando a la ciudad de Córdoba a 446 años de su fundación. Experiencias y reflexiones”, un trabajo conjunto con diferentes espacios de la UNC y organizaciones sociales.
El objetivo del encuentro consistió en reflexionar junto a movimientos y organizaciones sociales sobre la realidad compleja y heterogénea que implica el habitar la ciudad, a partir de sus experiencias y cotidianeidades.
Participaron la Cátedra Teoría y Metodología de la Investigación en Geografía, del Departamento de Geografía de la FFyH, el Programa de Extensión “Producción social del hábitat y organizaciones socioterritoriales de la Facultad de Ciencias Sociales, el Instituto de Investigación de la Vivienda y Hábitat de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño y las organizaciones Movimiento de Trabajadores excluidos–CTEP: Barrio 12 de Setiembre y Barrio Nueva Esperanza, Asamblea Cloacas Ya – Villa Libertador, VUDA – Vecinos Fuera Porta, Interferias Córdoba, Red Ciudadana Nuestra Córdoba, Taller popular de ciclomecánica Suipacha, Red de vecinos de San Vicente y la Asamblea en defensa del ambiente Córdoba.
El motivo fue la conmemoración del aniversario de la fundación de la Ciudad de Córdoba, y la idea que atravesó el encuentro fue repensar Córdoba en el plano social a partir del diálogo de saberes.
Bajo la modalidad de taller se analizaron los problemas urbanos y los malestares sociales actuales, identificando las necesidades colectivas y sus posibles acciones de visibilización.
En un primer momento, el taller disparó las preguntas ¿Qué ciudad tenemos? ¿Cómo vivimos la ciudad? ¿Qué, quiénes y cómo definen la ciudad? que sirvieron para que cada organización pudiera “mapear” la ciudad e identificar las siguientes problemáticas:
Acceso a los servicios públicos:
Sistema cloacal deficitario e inexistente en algunos barrios, tal como es el caso de Villa el Libertador, que presenta colapso de suelo, lo que afecta viviendas, inundación de calles, fallecimiento de vecinos, enfermedades y contaminación. Esto último también ocurre por las fumigaciones en Bº Ituzaingó Anexo y San Carlos, y en los barrios próximos a la fábrica Porta Hnos.
En los barrios populares y periféricos donde para acceder a la vivienda se tomaron tierras, el acceso al transporte público, a la red de agua potable, a la recolección de residuos y energía eléctrica, es deficitario.
Puja por el espacio público:
La especulación inmobiliaria, el aumento del valor del suelo, generan procesos de gentrificación (expulsión de un sector socioeconómico por otro). Así, en barrio Güemes hay una tensión permanente entre el sector privado, promovido por la Municipalidad a través el “Portal de Güemes, y el acceso al espacio público por parte de la ciudadanía y los trabajadores del barrio, en este caso los feriantes. Situación que se replica en barrios próximos al área central, como Barrio Gral. Paz, Observatorio.
Condiciones de pobreza:
En los barrios populares las organizaciones vienen implementando la copa de leche. El aumento de los niveles de pobreza ha determinado un incremento en el número de raciones. Otras problemáticas de la periferia urbana lo constituyen las tomas de tierras fiscales para acceder a la vivienda, el acceso a servicios básicos, como transporte público, servicio eléctrico y red de agua, acceso y permanencia en el sistema educativo. Estas últimas promueven brigadas de escolarización.
Entre otras problemáticas se identificaron además incremento de barrios cerrados / privatizados; procesos de desalojos / erradicación de villas; control / represión policial en el centro; incremento de personas en situación de calle.
En el segundo momento se reflexionó en torno a las preguntas ¿Qué ciudad queremos? ¿Cómo la deseamos? ¿Que proponemos? ¿Qué alternativas construimos?
Aquí se planteó como fundamental la organización para promover una ciudad sana y limpia, con acceso igualitario a los servicios básicos, que permita planificar la vida mediante la participación y democratización de los espacios de toma de decisiones. Para ello, se hace necesario la planificación de la ciudad, su crecimiento y extensión, definiendo un área para las actividades industriales. Y la implementación de leyes ambientales, el cuidado de los bienes naturales de la ciudad, como el Río Suquía y las áreas verdes, que contemplen la coexistencia de actividades y la habitabilidad de la ciudad.
En cuanto a los servicios públicos, se discutió una mejora del sistema de recolección de basura, el cierre de los basurales a cielo abierto; el mejoramiento del transporte público, y la ampliación de bicisendas interconectadas. El acceso a la ciudad de manera igualitaria, implica pensarla y planificarla con perspectiva de género, promoviendo una Ciudad para todxs.
Para el cierre, cada grupo eligió tres palabras que sintetizaran “la ciudad que queremos”: Organización y responsabilidad; Solidaridad y sensibilidad con el otro; Más y mejores servicios; sostenible / sustentable – Disfrute; Control de las organizaciones del gasto público; Fortalecer los vínculos y la articulación entre las organizaciones y sus luchas; Intervención de los ciudadanos en la planificación de políticas públicas.
“La socialización del trabajo resultó enriquecedor para todos los presentes, con valiosos intercambios entre cada equipo y donde cada uno de sus representantes puso en común las graves dificultades que se viven en algunas zonas de la ciudad”, señalaron desde el Departamento de Geografía”. “Entendemos que el trabajo conjunto con movimientos y organizaciones sociales configura un campo de reflexión y conocimiento indispensable para repensar una ciudad que garantice el ejercicio a su derecho”, señalaron a modo de reflexión final.