Filosofía desde las infancias

El proyecto Filosofar con niñxs que llevan adelante profesorxs, egresadxs y estudiantxs de la Escuela de Filosofía de la FFyH en distintas escuelas y bibliotecas de nuestra ciudad, forma parte, desde 2020, de los programas de la Secretaría de Extensión de nuestra Facultad. Hace unos días conversamos con algunxs integrantxs del equipo y, además de darles formalmente la bienvenida, nos contaron sobre Filosofar en pandemia, una producción que realizaron junto a la editorial Chirimbote que invita a las infancias a  “jugar, sentir y pensar” en estos tiempos tan complejos.

 

«Filosofar con niñxs es un espacio y un tiempo en el que nos proponemos generar las condiciones para que aquellxs que en la historia han sido nombradxs como seres sin voz y sin palabra, tomen la palabra, un espacio y un tiempo para que lxs niñxs tomen la palabra».

 

Si bien Filosofar con niñxs es un proyecto pedagógico que  trabaja en red con escuelas y organizaciones sociales desde hace más de veinte años, fue recién a partir de 2020 que tan hermosa propuesta se sumó formalmente a nuestra Secretaría como un Programa de extensión.

“Creemos que la filosofía, como nosotrxs la entendemos, se hace en territorios, no en el aire, y desde ese lugar podemos decir que el proyecto siempre fue extensionista, en el mejor de los sentidos”, dice el profesor de Filosofía, Sergio Andrade, quien comenzó con la experiencia a mediados de la década del noventa. 

Sin embargo, en términos institucionales, podría decirse que Filosofar con niñxs comenzó a formalizar su carácter extensionista con algunos proyectos como “Renata, Nazareno y el mundo de los sentimientos”, una producción audiovisual que realizaron en 2015 junto con la Secretaría de Extensión Universitaria que se emitió por la Televisión Pública, en Canal Encuentro y Paka Paka: “Fue muy importante porque aprovechamos los espacios que tenía Extensión de la UNC para hacer los talleres con niñxs”, dice Andrade y explica que de los encuentros  en escuelas cercanas a distintos Centros de Participación Ciudadana (CPC) de la ciudad, o en los espacios del Movimiento Campesino en el norte de la provincia de Córdoba, surgieron los guiones para la serie de animación. También recuerdan cuando a través de la Secretaría de Extensión Universitaria, visitaron la Escuela Domingo Faustino Sarmiento de la localidad de Mendiolaza, luego de las inundaciones en Sierras Chicas en el año 2015:  “Esa experiencia fue muy interesante porque mientras en las paredes estaba la marca del agua, las maestras no tenían interés en seguir hablando del tema porque consideraban que ya había pasado. Sin embargo, había una presencia más allá de lo que se dijera o no se dijera. Finalmente trabajamos con chicxs de tercer grado sobre las pérdidas y aparecieron cuestiones que no salían en las noticias ni en ningún otro lugar, que tenían que ver con lo que les pasaba a lxs niñxs. Ellxs hablaban de las mascotas, de los juguetes, de los útiles escolares. Es decir, una dimensión de la pérdida que no es la dimensión adulta”. 

En esa misma línea, explican que luego de varias experiencias de formación docente realizadas con la Secretaría de Extensión de la FFyH, a fines de 2019 se les propone convertirse en Programa y el convite se convierte en una oportunidad de sistematizar numerosas experiencias que venían sosteniendo en el tiempo y, además, amplía la posibilidad de expandirse y transformarse en el encuentro con otrxs: “Hacia adelante, el Programa nos permite recuperar ciertas concepciones y formas de entender la filosofía y las maneras en que ejercemos las prácticas de filosofar. Me parece fundamental en relación a que otres estudiantes y cátedras de la Facultad formen parte del proyecto y esto se pueda extender. Es muy interesante que podamos entrar en contacto con otros espacios que ya trabajan con extensión y que puedan formar parte de nuestras experiencias”, expresa Constanza San Pedro, docente de Filosofía y miembrx del equipo, e insiste en lo enriquecedor que resulta el vínculo con otrxs actorxs para construir conocimientos: “Gran parte del trabajo con la  memoria que nosotras venimos haciendo desde hace años en diferentes espacios, creció mucho gracias al intercambio de saberes, sobre todo en el Campo de la Ribera, que es una experiencia que hizo que se transformaran muchas de nuestras propuestas y nuestras concepciones”, afirma. 

Por su parte, Andrade recuerda que en la primera charla con José María Bompadre, el secretario de Extensión de la FFyH, una de las cuestiones que más se tuvo en cuenta fue la de “generar estrategias para que las infancias tengan la posibilidad de una voz propia, para que lxs niñxs hablen por sí mismxs sobre algunas cuestiones que nos interesa poner en juego con ellxs, como la política, el cuerpo, la sexualidad y algunos otros temas con los que recurrentemente trabajamos”.  

Filosofar en pandemia

Uno de los espacios no escolares donde se desarrolla la propuesta es la Biblioteca Julio Cortázar de barrio San Vicente. Allí se realiza, desde 2014, Filosofando y radiando con niñes, un taller que llevan adelante junto con la radio comunitaria La quinta pata, que funciona en el mismo espacio de la biblioteca. 

Fue ahí donde surgió uno de los primeros insumos que luego se convertirían en el cuadernillo Filosofar en pandemia, que editaron junto con la editorial Chirimbote. Se trata de un material precioso estéticamente y -fundamentalmente- centrado en la mirada de las infancias en relación a la vida en pandemia. A partir de las actividades propuestas lxs niñxs tienen la posibilidad de reflexionar y expresar cómo lxs atraviesa este tiempo tan complejo. Si bien puede utilizarse en las escuelas, el cuadernillo está pensado para que puedan completarlo solxs y/o junto a las familias.

Dice Ayelén Branca, una de las responsables del taller en la Julio Cortázar, que cuando sobrevino la pandemia tuvieron que repensar muchas de sus prácticas. “En nuestro caso en particular, al principio pensábamos que no íbamos a poder hacer nada sin la presencialidad. Sin embargo, luego de un tiempo, las familias comenzaron a pedirnos que diéramos el taller de manera virtual y eso fue un desafío para nosotras porque nuestros espacios son de taller”, explica. Fue así que decidieron comenzar con encuentros en los cuales lxs niñxs hablasen de cómo se sentían, cómo estaban atravesando esa situación tan especial y, a partir de una serie de propuestas por parte de las coordinadoras y de ellxs, el tema que emergió fue “cómo se sienten les niñes en pandemia”. A partir de allí surgió una de las primeras actividades del cuadernillo que se llama “Emociones que mueven el cuerpo” y consiste en pintarse el cuerpo con sentimientos y darle un color a cada una de esas sensaciones. Esa actividad está acompañada de un podcast  que realizaron lxs niñxs del taller Filosofando y radiando con niñes. 

 

En el mismo sentido, Constanza San Pedro explica que el contexto de pandemia abrió muchos interrogantes al interior del proyecto: “Nos preguntábamos cómo podríamos aportar desde la Filosofía para pensar algunas cosas nuevas. Es decir, pensarnos en ese momento y aportar ciertas herramientas para la reflexión. Nos preocupaba qué lugar se les daba a les niñes para que puedan expresar lo que sienten, sus dudas, sus conflictos. Todo eso nos llevó a realizar este material que en un primer momento fue pensado para compartir con quienes ya veníamos trabajando, pero que después decidimos abrir para que circule”.

 

Para finalizar, Andrade agrega que uno de los mayores desafíos de la pandemia fue “seguir construyendo saber colectivamente. En los talleres presenciales no sólo circula la pregunta, sino también la repregunta y una alimenta a la otra. Cuando no podemos estar juntxs algo de ese intercambio se pierde y tuvimos que replantearnos muchas cosas. En ese sentido, el cuadernillo Filosofar en pandemia hizo que nos pusiéramos a pensar, con esa misma lógica, otras producciones que ya estaban en proceso. Es decir, pensarlas desde las infancias y no desde lxs docentxs”.

Para descargar el cuadernillo Filosofar en pandemia hacer clic AQUÍ