Un parto respetado es un proceso de amor y liberación

Con la charla Mujeres por un Parto Respetado, a cargo de Irina Morán y Natalia Roca, prevista para este martes 13 de mayo, a las 17hs, en el Archivo Provincial de la Memoria, se inaugurará la muestra fotográfica “Dar a Luz”, en el marco de la Semana Mundial del Parto Respetado en Córdoba. Expuesta hasta el 25 de mayo a lo largo del Pasaje Santa Catalina, son diez imágenes ampliadas, que hacen foco sobre la mujer y los derechos contemplados en la Ley 25.929 de Parto Humanizado. Su autora, la fotógrafa Natalia Roca, anticipa aquí las motivaciones que la impulsan a trabajar a favor de que los nacimientos se produzcan en un entorno de respeto y amor.     

Desde hace más de cuatro años, Natalia Roca es una mujer que inquieta, sensibiliza y conmueve a través de sus imágenes. Responsable de visibilizar en redes sociales la temática del parto respetado en nuestra provincia, primero abrió el espacio en facebook  Parto Humanizado en Córdoba que lleva más de 4500 seguidores.  Luego, tras visibilizar su trabajo fotográfico en el registro de nacimientos respetuosos, se lanzó, a su vez, a participar a través del colectivo Mujeres por un Parto Respetado Córdoba y de manera articulada con la UNC, en acciones concretas que puedan brindar información sobre la necesidad de eliminar la violencia obstétrica y dar paso a otro paradigma en relación al parto y al nacimiento de cada persona que se asoma a la vida.

De acuerdo a tu experiencia, ¿cómo describirías vos el proceso de un parto respetado?
Un parto respetado es un proceso de amor y liberación. Es un proceso de reencontrarnos con la sabiduría de nuestros cuerpos. Un parto respetado no se refiere solamente a la manera cómo nos traten, se refiere fundamentalmente a evitar que el parto sea conducido e intervenido por un profesional según sus conveniencias ante las necesidades de la mujer. 

El cuerpo de la mujer, en un embarazo saludable, sabe parir. Durante el proceso de un parto respetado se invierte el patrón médico hegemónico dominante: la mujer embarazada deja de ser pasiva, sometida al saber médico y comienza a ser la protagonista de su propio parto, reconoce sus necesidades, ha sido informada responsablemente para tomar decisiones; elige su lugar, su forma de moverse, su posición para parir y con quien estar. 
Escucha y siente su cuerpo, es la que sabe. Es respetado su tiempo biológico, psicológico y sus pautas culturales. El acompañamiento se da desde una mirada respetuosa, desde la observación, sin intervenciones ni rutinas por protocolos ni por conveniencia médica ó institucional. El parto respetado es un proceso de empoderamiento de la mujer y la familia que culmina en una escena amorosa: el nacimiento.

— ¿Cómo surgió la inquietud de comenzar a registrar este tipo de nacimientos? ¿Por qué te parece importante que se tenga que reflejar un momento tan íntimo?
—Esta inquietud surge a partir de mi experiencia como madre y de mi lenguaje, la fotografía, y necesidad de transmitirlo. Personalmente viví tres partos: uno en una clínica mediante procesos de intervención innecesaria y dos partos respetados en casa.  Además creo que es necesario dar a conocer que es posible parir de otra manera. Se desconoce que parir puede ser una experiencia transformadora. Amorosa. Se desconoce la fisiología del cuerpo de la mujer, que está habilitada para parir sin más hormonas que las que genera su propio cuerpo, en un ambiente de intimidad y cobijo. Para cuestionar y reflexionar en torno al modo actual de atención en el parto donde diariamente se reproducen practicas denominadas violencia obstétrica. Agradezco enormemente a cada una de las familias que han permitido realizar estos registros, para visibilizar otro paradigma: el del parto con amor.

 ¿Qué mensaje trasmite la muestra fotográfica "Dar a luz"?
— El mensaje apunta a  visibilizar otra manera de parir, diferente a la imagen construida y difundida del parto tecnológico, es decir viciado de intervenciones médicas innecesarias. En el caso de un parto respetado, se evidencia que es posible la intimidad, la tranquilidad de la pareja, el acompañamiento desde las caricias, abrazos, observación. Que la posición para parir debe ser la que la mujer elija y no la que le quede más cómoda al profesional. Que no son necesarias rutinas como el rasurado, la episiotomía, el goteo con oxitocina artificial, la posición acostada: todas prácticas no recomendadas por la Organización Mundial de la Salud.

En ésta pequeña muestra de mi trabajo busqué anclar las imágenes a los artículos de la ley 25.929 (de Derechos de Padres e Hijos durante el Proceso de Nacimiento) con el objetivo de difundir que tenemos derechos.

¿Por qué una muestra de fotos en un espacio abierto como en Pasaje Santa Catalina?

Me parece muy interesante la calle como espacio a tomar, espacio de interacción, del ejercicio de visibilizar y de reflexión. La calle como encuentro vital, como espacio de diálogo.

—¿Cuál es el principal reclamo en esta Semana Mundial del Parto Respetado en Córdoba?

El lema mundial de éste año es "Parir es poder" el reclamo tiene que ver con enfocar el empoderamiento de las mujeres, reconocer su espacio femenino y su derecho a elegir cómo, dónde y con quien parir.  Además el reclamo principal tiene que ver con la reglamentación de la ley 25.929 (sancionada en el 2004) para que sea de efectiva aplicación en todos los hospitales públicos y clínicas privadas del país, con el fin de que todas las mujeres vivamos un parto respetado.

¿Pensás que es posible implementar esta práctica en hospitales públicos?

Actualmente algunas familias vivenciamos maravillosos partos respetados en domicilios contratando parteras particulares. Pero sucede que de éste esquema quedan fuera miles de mujeres, familias que por un lado no acceden a la información y que, por otra parte, tampoco cuentan con recursos económicos, o con un domicilio adecuado, o el motivo que fuese.

Entonces, considero posible y además absolutamente necesario se implemente ésta práctica en hospitales públicos para que se garantice el derecho al parto respetado y el acceso gratuito al mismo. Será un desafío amoroso de trabajo conjunto entre obstetras, neonatólogos, enfermeras incorporando dos roles fundamentales en la atención del parto: la partera y la doula.  Será necesario replantear algunas estructuras y funcionamientos, un modo holístico de atención a la salud durante el preparto, parto y posparto, nuevas lógicas de trabajo conjunto, nuevos espacios de atención propiciando la intimidad de cada mujer. Además la implementación del parto respetado reduciría notablemente costos: días de internación, hormonas sintéticas, miles de agujas de sutura de miles de episiotomías que no debieran realizarse…

Podremos comenzar basándonos en experiencias que ya se han dado en hospitales públicos y que se están dando voluntariamente de manera aislada. Es un gran desafío, si pensara que no es posible estaría siendo funcional a la continuidad de éste modelo médico tecnocrático. Creo que todo puede cambiar. Las mujeres, familias, parteras, obstetras todxs debemos exigir este cambio.

El parto respetado: Un desafío y apuesta que depende de todos

Por Susana Andrada (*)

La Campaña por un Parto Respetado, que ya coorganizamos por segunda vez, es un desafío y una apuesta para nosotros, como Secretarías de Extensión y Unidades Académicas. Sin duda un primer impulso para este trabajo fue la energía y clara reivindicación que hace el Colectivo de Mujeres por un Parto Respetado Córdoba, pero también nuestro propio tránsito como Universidad  acompañando procesos de ampliación de derechos.

El parto respetado ha sido reconocido como derecho en la ley Nacional 25929 en el 2004. Hoy, a 10 años de su aprobación, aún no ha sido reglamentada, y esto hace mella en su posibilidad de exigibilidad.  La violencia obstétrica, las que sufren las mujeres en el momento de embarazo y parto, es quizás una de las formas más silenciosas y naturalizadas del maltrato.

El parto, un momento de profundo sentido humano, un hito en la trayectoria vital de las personas, exige del respeto de los tiempos biológicos de la mujer, la valoración  del afecto y la emoción, la atención a  los deseos y necesidades de todos los protagonistas (la madre, hijo/a, las parejas), y el ejercicio de la libertad para decidir sobre las diferentes circunstancias.  Así lo entiende la ley, las muchas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y algunos documentos del Ministerio de Salud de la Nación (Recomendaciones sobre el nacimiento, Fortaleza 1985. OMS (1996) Cuidados en el Parto Normal, Guía Práctica. OMS (2001) Guía esencial para el cuidado antenatal, perinatal y postparto. (2004) GUÍA PARA LA ATENCIÓN DEL PARTO NORMAL.  Ministerio de Salud Resolución 647/2003) Sin embargo, las revisiones de las prácticas profesionales e institucionales de los servicios de salud no han acompañado los cambios legislativos.

En las transformaciones necesarias para la vivencia plena del derecho, es mucho lo que debemos y podemos hacer desde la Universidad, en el aula, en la investigación y en el trabajo con las organizaciones de la sociedad civil.  Esto nos compromete a desarrollar acciones de difusión, información, capacitación, y a promover articulaciones con otros actores de los servicios públicos de salud en pos de los derechos de las mujeres y los/as niños/as en el momento del parto y nacimiento.

(*) Licenciada en Trabajo Social Secretaria de Extensión de la Escuela de Trabajo Social de la UNC. 

 

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