Del 17 al 19 de octubre se realizó la 50° edición de este evento en el Complejo Feriar Córdoba, que consiste en una exposición pública de trabajos científicos de todos los niveles y modalidades educativas. La Secretaría de Investigación, Ciencia y Técnica y el Museo de Antropología de la FFyH participaron a través de la muestra “Testimonios de Africanidad” y el “Museo Viajero”.
El Museo Viajero es una sala móvil del Museo de Antropología de la FFyH, diseñada sobre una casilla rodante que permite acercar las ciencias antropológicas a los diferentes públicos de la provincia, donde se puede visitar la exposición «Secretos bajo el alero: arqueología en el valle de Ongamira».
La muestra es organizada por el equipo de Arqueología de Ongamira (LAMMAL) del Museo de Antropología e IDACOR CONICET y está pensada en conjunto con miembros de la comunidad del Valle de Ongamira. Sus principales objetivos son presentar parte de los resultados del trabajo de los científicos a la sociedad, y colaborar a la actividad turística promoviendo el valor patrimonial e histórico a la zona.
«Secretos bajo el alero: arqueología en el valle de Ongamira» permite a los visitantes conocer la labor arqueológica actual: desde el trabajo de campo a las tareas del laboratorio, las cuestiones referidas a la conservación preventiva y la legislación vigente en torno a los bienes arqueológicos a través de paneles y materiales arqueológicos. También, un mapa que ilustra la composición actual de las comunidades originarias de nuestra provincia y los resultados de algunos de los trabajos que este equipo de investigación realiza desde 2010 hasta la actualidad.
Testimonios de Africanidad
La muestra pretende hacer visible y reivindicar la presencia africana en la Argentina —y en Córdoba— desde los tiempos coloniales hasta el presente, a través de las investigaciones del proyecto Antepasados, que se realiza en el Museo de Antropología de la FFyH y el IDACOR.
La población de origen africano empezó a llegar a estas tierras como mano de obra esclavizada por el nefasto sistema de trata de personas en tiempos de la colonia. Las huellas de su trabajo, su cultura, su arte, su lenguaje, su música, sus danzas, sus comidas y tantas otras cosas siguen siendo parte de nuestra vida cotidiana.
Córdoba fue un punto central de distribución de personas esclavizadas hacia zonas de Chile y las minas del Potosí. Pero muchos africanos y sus descendientes quedaron en estas tierras y trabajaron en la producción local.
En el presente, muchas personas que buscan reconstruir sus historias familiares encuentran en fotos, relatos, manifestaciones artísticas, culturales y el aporte de la ciencia testimonios de africanidad que habían sido silenciados durante siglos.