Sin Fronteras

Aumenta la cantidad de estudiantes extranjeros en la FFyH

Así lo afirman los datos proporcionados por la Secretaría de Asuntos Estudiantiles y Posgrado de la Facultad. Las cifras siguen la tendencia que se está registrando en la Argentina en los últimos años. Por un lado, más de 20 alumnos vocacionales cursan materias en las carreras de la Facultad. Por otro, hay una serie de programas de movilidad estudiantil, enmarcados en diferentes convenios, que facilitan esta situación. Cinco estudiantes de intercambio, tres daneses y dos brasileras, cuentan su experiencia en Alfilo.

De izquierda a derecha: Benjamin, Kim y Uffe, tres estudiantes daneses que cursan en la FFyH

“En los últimos años, se ha verificado un incremento en el número de estudiantes extranjeros que eligen la Universidad Nacional de Córdoba para cursar diferentes materias. Este fenómeno responde a una tendencia cada vez más generalizada en el marco de los estudios superiores: la internacionalización del currículum. En este marco, la Facultad de Filosofía y Humanidades representa un destino significativo para aquellos alumnos que quieren profundizar su formación en el área de la cultura latinoamericana”, afirma la subsecretaria de Posgrado encargada de Relaciones Internacionales, Silvia Cattoni.
Es que, según dos diarios de nuestro país (Clarín y La Voz del Interior), el número de alumnos extranjeros que cursan en las universidades argentinas, públicas y privadas, va en aumento desde hace algunos años. El matutino cordobés afirma, apoyándose en datos oficiales de la UNC, que hay alrededor de 750 estudiantes extranjeros cursando en la Casa de Trejo. La mayoría son peruanos (199) y bolivianos (98), mientras que de los países europeos hay 95 estudiantes repartidos en las distintas facultades y escuelas de la UNC.
Por otro lado, Clarín señala que, según cifras del Ministerio de Educación, se registran en estos momentos 14 mil estudiantes del exterior cursando estudios en las distintas universidades del país. El mismo diario expone que en el año 2004 había 6.800 jóvenes y que tres años antes (en 2001) sólo eran 298 los estudiantes extranjeros matriculados en las universidades públicas.
Con estas informaciones en mano, Alfilo indagó sobre la realidad de los estudiantes extranjeros en la Facultad de Filosofía y Humanidades, los requisitos que deben cumplir y las experiencias de algunos alumnos que se encuentran en Argentina.

En aumento
Inicialmente, a los estudiantes extranjeros que vienen a cursar a la FFyH, hay que dividirlos en dos tipos: los que asisten con la reglamentación para cursar la carrera completa y los que arriban por intercambio o viaje, y concurren como alumnos vocacionales. También hay que distinguir entre los que vienen a través de convenios y los que asisten de manera particular sin acuerdos firmados con otras casas de estudio.
Según las cifras proporcionadas por la Secretaría de Asuntos Estudiantiles, 22 alumnos vocacionales extranjeros se encuentran actualmente cursando materias o carreras en las distintas escuelas. Otros, mientras tanto, llegarán en el mes de julio para incorporarse a las materias del segundo cuatrimestre.
“Quizás haya un poco más que el año pasado, pero alumnos vocacionales siempre hubo muchos en nuestra Facultad. Actualmente vienen de Holanda, Finlandia y de lugares que antes no venían, mientras que el año pasado eran más los estudiantes latinoamericanos”, advierte Alicia Loforte, secretaria de Asuntos Estudiantiles de la Facultad.
Generalmente, los alumnos latinoamericanos llegan al país para cursar la carrera completa. En este sentido, Loforte señala: “Las nuevas reglamentaciones de migraciones, vigentes desde el año pasado, han facilitado el ingreso para hacer la carrera completa a los nativos del Mercosur y países adheridos, mientras que los europeos vienen más como vocacionales”.
Además, la Universidad Nacional de Córdoba cuenta con una serie de programas de movilidad estudiantil diseñados en el marco de diferentes convenios, que se firmaron con universidades del exterior.
En esta Facultad, se destacan las actividades del Programa de Lengua y Cultura Latinoamericana, que se desarrolla en el marco del convenio con la Universidad de Austin, Texas. “La Facultad recibe anualmente numerosos alumnos de Texas que han hecho de Córdoba una sede atractiva y ventajosa para llevar adelante sus estudios de español y cultura latinoamericana”, subraya Cattoni.
Otros programas de movilidad estudiantil que se fortalecen año a año y que posibilitan el ingreso de alumnos extranjeros son: el Programa Escala, realizado dentro de las actividades del Grupo Montevideo, y en el que la mayoría de los estudiantes elige la Facultad de Filosofía y Humanidades; y el Programa de Enseñanza de Lengua y Cultura Latinoamericana (Pecla), formalizado conjuntamente entre la Facultad de Filosofía y Humanidades y la Facultad de Lenguas, “que tiene por objetivo fundamental organizar y sistematizar las demandas cada vez más altas de los alumnos extranjeros que quieren estudiar en nuestra universidad”, dice Cattoni.
También hay otros programas con países como México y Canadá que ubican a la UNC como destino posible y se está por firmar próximamente un acuerdo de cooperación con la Universidad de Oslo, con el fin de posibilitar el arribo de estudiantes noruegos a Córdoba.

Universidad económica y de calidad
Con respecto a las carreras de la Facultad que más eligen, Loforte indica que “muchos vienen fuera de los programas de intercambio, a cursar asignaturas como literatura americana e hispanoamericana, historia argentina y latinoamericana y seminarios de las escuelas de Historia y Letras”. “La Escuela de Artes tiene su propio cúmulo de gente, mientras que en Geografía este año también aumentó el número de alumnos vocacionales”, señala la funcionaria.
Por su parte, Cattoni explica que “la Facultad pertenece a una Universidad con una importante tradición que la destaca dentro del conjunto de universidades latinoamericanas y este es un aspecto que la torna especialmente atractiva para profundizar estudios en el área de lengua española y cultura latinoamericana”. “Además, hay que tener en cuenta que en este momento la relación entre nuestra moneda y el dólar o el euro es totalmente ventajosa para un extranjero, lo cual torna a esta plaza doblemente atractiva”, dice.

Daneses en Córdoba
Aarhus es la segunda ciudad más grande de Dinamarca, con casi 300 mil habitantes. Está situada en la costa este de la península de Jutlandia y tiene el principal puerto de aquel país. La ciudad también es la sede de Universidad de Aarhus, institución fundada en la década del ’20 y que hoy cuenta con cerca de 30 mil alumnos.
Benjamin Lind Kjersgaard (25), Uffe Toftdahl Terkelsen (23) y Kim Lykke Damsgaard (22), son tres alumnos de esa universidad que en estos momentos se encuentran en Córdoba de intercambio. Los tres estudian la carrera de Español en su país y vinieron para practicar y perfeccionar el idioma.
Todos los alumnos de la carrera tienen la posibilidad de estudiar un semestre en otro país y la mayoría, por una cuestión de distancias, elige España. Otros, eligen América Latina y se reparten entre la Argentina y Ecuador. “Sabemos que la Argentina abre puertas para conocer toda Latinoamérica”, señala Uffe en un perfecto español, que comparte junto a sus dos compañeros.

Las principales diferencias
“Los daneses” (como se presentan), son alumnos vocacionales de la Escuela de Letras de la FFyH y cursan las materias de Literatura argentina, Literatura latinoamericana e Historia de la lengua española. “Lo más difícil para acostumbrarse fue el horario de las clases, que son por la tarde. En Dinamarca sólo hay por la mañana”, manifiesta Benjamin, al ser consultado sobre su adaptación a la Facultad. Kim agrega: “También hay muchos parciales y prácticos cada semana. Allá sólo hay exámenes al final del semestre”.
Benjamin, Uffe y Kim llegaron a principios de marzo y se quedarán hasta el mes de junio. Dicen que eligieron la UNC por su “historia, buena fama, tradición y cultura”. Uffe aclara que tienen profesores en Dinamarca que son argentinos y les hablan acerca del país. “Pensamos que Buenos Aires es muy grande y que sería más fácil adaptarnos aquí, porque el lugar donde vivimos tiene el mismo tamaño que Córdoba”, explica.
Acerca del proceso de aclimatación, Benjamin apunta que Córdoba es “una hermosa ciudad” y que “la gente es muy amable y hospitalaria”. Kim, por su parte, completa: “Nos gusta mucho y nos divierte la tonada del cordobés”. ¿Es como cantada, no?, interroga al periodista de Alfilo.

Una buena impresión
En el aspecto académico, los tres señalan que se llevan una buena impresión de la Escuela de Letras y que antes de venir no sabían qué materias elegir, sino que lo hicieron una vez que estuvieron instalados en Córdoba. “Si bien no sabíamos qué materias cursar, el interés pasaba por venir a la Argentina y elegimos de acuerdo a lo que nos sirve en Dinamarca”, explica Kim.
Con respecto a las situaciones que más les llamaron la atención de las clases, Benjamin indica: “Es sorprendente que todos los alumnos quieran hablar y discutir con gran pasión. Eso es diferente en Dinamarca”. No obstante, el alumno danés también advierte: “Cuando los profesores hablan rápido es muy difícil entender y a veces leer los textos es complicado. Sin embargo, por ejemplo en la materia Historia de la lengua española, nuestra profesora habla un poco más despacio y después de las clases siempre quiere conversar con nosotros por si hay algo que no hemos entendido”.

Argentina, un país generoso
La mayoría de los alumnos extranjeros aprovecha su estadía en el país para visitar diferentes lugares. El caso de “los daneses” no es la excepción. En menos de un mes, ya recorrieron buena parte de las provincias de Córdoba, Salta y Mendoza. “Es una manera de abrir los ojos y conocer más”, advierte Benjamin, quien es interrumpido por Uffe, que añade: “La gente en Dinamarca no sabe nada de América Latina, por eso es interesante para nosotros ver cómo viven y nos llamó la atención que todo es más tranquilo y va muy, muy despacito”.
Uno de los motivos principales y por el cual muchos extranjeros visitan el país, es el cambio monetario favorable con el que se encuentran cuando llegan. Una de las preguntas estuvo referida a ese tema y tiró por el suelo la hipótesis principal. Dice Uffe: “Antes de salir, sabíamos que era barato para nosotros, pero no nos fijamos en eso. No fue la razón para elegir Argentina, de hecho para nosotros es más barato ir a Bolivia. Elegimos Argentina por un interés cultural. Es el país más grande del mundo hispanohablante, entonces hay que conocer Argentina si uno quiere estudiar y aprender español”. “Sin embargo, fue una buena sorpresa”, remata Kim.

Del gigante del sur
Por otro lado, a la Facultad también llegan para cursar sus carreras alumnos de diversas universidades latinoamericanas. Tal es el caso de las jóvenes brasileras Marina Maluf Alves y Taís Barbosa, estudiantes de la Universidad Estadual de San Pablo y de la Universidad Federal de Río Grande do Sul, respectivamente, que vinieron a Argentina a través del programa de intercambio Escala.
Marina acaba de llegar de un viaje por las provincias del norte argentino, tiene 22 años y es de Piracicaba, una ciudad del interior del estado de San Pablo. En la universidad brasilera estudia Educación Artística con habilitación en Artes Plásticas y en la FFyH cursa las materias de Fotografía, en la carrera de Cine y TV y Práctica de la enseñanza, Plástica experimental y Problemática general del arte, en la carrera de Plástica. Mientras que Taís también tiene 22 años, es de la ciudad de Porto Alegre y estudia Pedagogía. Aquí cursa las materias de Antropología social y Metodología de la investigación educativa en la carrera de Ciencias de la Educación. Ella señala que eligió la UNC por dos motivos: “Uno, porque es una universidad muy reconocida en América Latina, por su enseñanza, producciones académicas y por graduar a profesionales competentes; y el otro motivo es porque tengo una amiga acá que conocí a través del mismo programa de intercambio, cuando ella fue estudiar en la UFRGS e hizo materias conmigo”.
Refiriéndose a las diferencias entre su universidad de origen y la de Córdoba, Marina explica que “la Universidad en Brasil no tiene carreras especificas de arte como acá. La carrera es un profesorado general de arte, pero no se puede elegir un área específica para estudiar. Una diferencia muy grande es la cantidad de alumnos: en Brasil sólo ingresan 30 alumnos por año en la carrera”.
Por su parte, Taís indica: “Hay muchas similitudes y diferencias entre las dos, pero lo que más me llama la atención es la seriedad con que los movimientos estudiantiles académicos encaran los problemas sociales y el orgullo y reconocimiento que los alumnos tienen por la universidad. En cuanto a las diferencias, puedo decir que me llaman la atención la metodología de enseñanza, el funcionamiento de las bibliotecas y del comedor, los recursos y materiales disponibles y el proceso de ingreso”.
Las dos chicas se encuentran desde hace un mes en el país y señalan que todavía no se acostumbraron al cursado, aunque la adaptación ya es mejor. “Todavía tengo dificultades para escuchar las clases en otra lengua que no es la mía”, dice Marina. Taís agrega: “De a poco estoy consiguiendo comprender a las profesoras y los materiales. Mi mayor dificultad es expresar exactamente lo que quiero decir en la clase, pero conocí buenas compañeras que me están ayudando”.
Por último, Marina asevera que la experiencia de intercambio “es muy importante” y concluye: “Además de aprender otra lengua, conocemos una cultura, un país y una universidad diferente”. A continuación, Taís afirma: “Para mí es muy válido, pues es un intercambio intenso de lenguas, ideas, perspectivas teóricas académicas, experiencias y de cultura en general. Pero lo más importante es el intercambio de las costumbres”. “Por vivir en una ciudad del Estado de Río Grande de Sur, puedo decir que encuentro acá muchas de las costumbres que tenemos allá, debido a la colonización española y que se distingue de las otras provincias de Brasil. Creo que todo eso que cambiemos nuestra idea de otro país y la representación tan vaga que tenemos”, finaliza.