Se presentó el Centro Digital de Documentación Histórica del Instituto de Humanidades

El evento se realizó el jueves 28 de septiembre. Se trata de un proyecto contemplado en el Proyecto de Unidad Ejecutora del IDH que llevó muchos años de gestación.

La presentación del Centro Digital de Documentación Histórica del Instituto de Humanidades – (CeDIDH) estuvo coordinada por Mónica Gordillo y Alicia Gutiérrez, autoridades del IDH al momento de la creación del CeDIDH y participaron Beatriz Bragoni Directora del Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales (INCIHUSA-CONICET) Sandra Fernández, Directora del Instituto de Investigaciones Socio Históricas Regionales (ISHIR,CONICET-UNR) y del CCT Rosario; Alejandra Nardi, Directora de la Oficina de Conocimiento Abierto de la UNC e Ilda Bustos, Secretaria General de la Unión Obrera Gráfica e integrante de la conducción de la CGT Córdoba.

También participó Sara Luján de Molina, presa durante la última dictadura Cívico-Militar y madre de Raúl Mateo Molina, estudiante de Arquitectura quien fue asesinado en el centro de detención clandestino “La Perla”. “Coca”, como es conocida ella, firmó en un emotivo momento la autorización para alojar los documentos relativos a la detención de su hijo en el CeDIDH.

Mónica Gordillo trazó una breve historia de los hitos que llevaron a la creación del CeDIDH. Remite los orígenes del proyecto la invitación que le extendiera Susana Fiorito a principios de la década de los ’90, de la Fundación Pedro Milesi para la creación de una red de archivos sindicales. Para quienes trabajan el pasado reciente, resalta, la fragmentación de la documentación y la dificultad para acceder a los archivos fueron razones por la cual el proyecto no prosperó. Al poco tiempo, junto a Norma San Nicolás -quién había comenzado un proyecto de relevamiento de archivos similares- y Patricia Roggio.

El espaldarazo final para la creación vino acompañado por dos proyectos Institucionales: El primero fue la convocatoria de los Proyectos Orientados y Acotados (PROA) que llevaron adelante Camila Sapp y Silvia Verón, llamado “Recuperación de fuentes sindicales y de organizaciones populares para la construcción del pasado reciente de Córdoba” que se proponía hacer un relevamiento de los y una digitalización de los archivos sindicales y de organizaciones sociales de Córdoba. El segundo fue el Proyecto de Unidad Ejecutora que consiguiera el IDH en 2019 denominado “Democratización, modernización y desigualdad en Córdoba desde la recuperación democrática”. Finalmente, en 2021, tras numerosas reuniones con centros que sostienen iniciativas similares, como los ya mencionados INCIHUSA, el ISHIR, el IDACOR y gracias a la asistencia de la Fundación Vía Libre y de la Oficina de Conocimiento Abierto de la UNC, el consejo de Dirección del Instituto de Humanidades aprobó la creación del CeDIDH y se comenzó con la disponibilidad de la documentación.

Beatriz Bragoni destacó la importancia del tratamiento y la gestión documental, en el marco de una tendencia mundial a la revalorización de los archivos, que afectan las prácticas de investigación y que atraviesa las complejas relaciones entre memoria, historia y patrimonio que ha atravesado el umbral de las academias para ganar centralidad en la agenda pública internacional, como demuestra el ambicioso programa de la UNESCO llamado “La Memoria del Mundo”. En ese sentido, destacó la idea de “intervención digital” de Chartier: la transformación que la digitalización podría erigirse como una revolución técnica mayor a la de la imprenta en tanto habilita una mayor circulación de los archivos. Señaló también el estímulo y el apoyo que brindó Mario Pecheny a la Red de Archivos y Gestión Documental que existe dentro de CONICET, gracias a la cual esta tendencia mundial se manifiesta en nuestro país y fortalece la posibilidad de comprender mejor el pasado y del presente.

Sandra Fernández rescató el enorme esfuerzo que requiere la realización de este tipo de iniciativas y que puedan llegar a convertirse en una política pública que trascienda un proyecto o una investigación personal. En ese sentido, recalcó que la creación de iniciativas como el CeDIDH no solo involucra la historia, ni a las humanidades, sino que es un esfuerzo multidisciplinario. Señala que la digitalización presenta numerosos desafíos, pero que a la vez abre la posibilidad de integración y colaboración en tanto habilita a compartir archivos y documentación que redunda no sólo en una preservación de estas fuentes, sino en una mayor democratización gracias a la eliminación de barreras geográficas y la posibilidad de entender las prácticas de investigación ya no sólo en términos de individualidad institucional sino en un colectivo.

Alejandra Nardi señaló algunos hitos de la Oficina de Conocimiento Abierto que permitieron que hoy pueda estar alojado el CeDIDH en el Repositorio, que comenzó con un proyecto conjunto con la Universidad Complutense de Madrid en el año 2008 cuyo objetivo fue desarrollar e implementar una colección digital para la UNC, en el marco del Movimiento de Acceso Abierto y bajo el lema: “el conocimiento es un bien común y su acceso debe ser libre”. El “Portal de Revistas de la UNC” fue otro hito importante, que finalmente desemboca en la creación de la OCA en 2014, la primera en su tipo en Latinoamérica. Uno de los objetivos de la OCA, y que permitió alojar el fondo documental del CeDIDH en el RDU ha sido la disponibilización de material bajo el amparo de la ley 26899, sancionada en 2013 que norma los Repositorios digitales institucionales de acceso abierto y que obliga a los organismos e instituciones públicas que componen el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación a desarrollar repositorios digitales institucionales de acceso abierto, propios o compartidos, en los que se depositará la producción científico-tecnológica resultante del trabajo, formación y/o proyectos, financiados total o parcialmente con fondos públicos.

Ilda Bustos subrayó la importancia que tiene para las asociaciones sindicales la preservación y disponibilidad del fondo documental que actualmente permite el CeDIDH, bajo la idea de que la preservación de la documentación tiene que ver con la memoria, con la historia y con la cohesión social. Parafraseando a Rodolfo Walsh, señaló la vital importancia de que los y las trabajadoras tengan acceso a la historia de forma tal que cada lucha no deba comenzar desde cero. “No vamos a poder entender el presente, ni proyectar un futuro”, destacó Bustos.

El compromiso del Instituto de Humanidades es continuar con la puesta en valor del fondo documental que ya se encuentra digitalizado, pero también de avanzar con el crecimiento del CeDIDH con la posibilidad de expandir las colecciones a otros fondos documentales que puedan surgir de las numerosas investigaciones que llevan a cabo les investigadores y becaries como una forma de democratizar el acceso al conocimiento.

Por Julián Reynoso
Carrera de Personal de Apoyo
Instituto de Humanidades (CONICET – UNC)

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