Investigaciones

La situación laboral de las docentes en la UNC

Maite Rodigou es investigadora del Programa Interdisciplinario de Estudios de Mujer y Género (PIEMG) del Ciffyh y una de las autoras del libro “Trabajar en la Universidad. (Des)igualdades de género por transformar”. Aquí cuenta sobre los principales resultados que arrojó la publicación, que se presentó el 23 de mayo, en el marco del II Congreso Interdisciplinario sobre Género y Sociedad “Lo personal es político”.

 Entre los años 2009 y 2010 se realizó en la Universidad Nacional de Córdoba una investigación, titulada “Trayectorias laborales y académicas de docentes de la UNC: Brechas de Género”, coordinada por el Programa de Género dela Secretaría de Extensión Universitaria (SEU) y que contó con el apoyo y el aval del Fondo de Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM -hoy ONU Mujeres-).

Este trabajo tenía como finalidad analizar a la Casade Trejo como un ámbito laboral desde una mirada feminista, examinando las posibilidades y obstáculos que se les presentan especialmente a las docentes en la institución. Finalmente, los resultados fueron plasmados en el libro “Trabajar en la Universidad. (Des)igualdades de género por transformar”, cuya autoría pertenece a Maite Rodigou Nocetti, Paola Blanes, Jacinta Burijovich y Alejandra Domínguez, publicado porla Editorial dela UNC y presentado el pasado 13 de abril por Carolina Scotto, rectora dela UNC; Dora Barrancos, investigadora principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y directora de ese organismo en representación de las Ciencias Sociales y Humanas; y Diana Maffia, investigadora del Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género dela UBA.

Además, durante los días 22, 23 y 24 de mayo se realizó en la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC el II Congreso Interdisciplinario sobre Género y Sociedad “Lo personal es político” y, en ese marco, dos de sus autoras, Maite Rodigou y Jacinta Burijovich fueron las encargadas de presentarlo nuevamente el día miércoles 23 en la Sala de Lectura de la Biblioteca Elma Kohlmeyer de Estrabou de la FFyH.

Cuestión de género

Maite Rodigou es investigadora del Programa Interdisciplinario de Estudios de Mujer y Género (PIEMG) del Centro de Investigaciones dela FFyH y explica la participación de este Programa en la investigación. “El PIEMG tuvo un papel importante en impulsar el Programa de Género dela SEU, para que pudieran desarrollarse desde allí cuestiones de investigación, extensión, docencia o generar políticas. Fue desde el Programa de Género dela SEU que se desarrolla esta investigación y me convocaron a mí para diseñar la investigación como integrante del PIEMG.  La investigación siempre se pensó como un proyecto colectivo y el PIEMG estuvo en un lugar de importancia para consultar los instrumentos y las temáticas. En las lecturas de los capítulos, las y los integrantes del Programa tuvieron un rol importante en la revisión de los mismos, con recomendaciones conceptuales o propuestas”.

Aunque la primera intención de las investigadoras fue abarcar toda la población universitaria: docentes, no docentes y estudiantes, por una cuestión de tiempo y factibilidad, el trabajo se tuvo que acotar a los primeros.

Con el objetivo de construir conocimiento sobre las construcciones y relaciones de género que se juegan enla UNC, se trabajó con estadísticas, encuestas on line y grupos de discusión. Cabe destacar que más de 800 docentes contestaron las encuestas, de las cuales se procesaron 711. “Es una muestra representativa y se tuvo en cuenta que estuvieran todas las dependencias. Sobre esas encuestas se ahondaron en algunas temáticas con los grupos de discusión, que es una técnica cualitativa. Hubo una buena disposición de las y los docentes, tanto para las encuestas como para los grupos”, resalta Rodigou.

A través de siete capítulos, el libro quiere redescubrir las marcas de género en las trayectorias laborales y académicas, mostrando qué significa trabajar en lo que denominaron “territorios femeninos, masculinos o paritarios de la universidad”, mostrando dificultades y renuncias a las que se enfrentan especialmente las docentes. “Nosotras en este caso estamos mirando a la universidad como una institución de trabajo y no como una educativa”, señala la investigadora.

Además, se resalta un capítulo que examina las interacciones entre el trabajo remunerado de las y los docentes universitarios y el trabajo de cuidados que suponen las estructuras familiares, interacciones que en general no son visibilizadas ni tenidas en cuenta por la institución.

En este sentido, en los grupos de discusión, aparecieron algunos elementos que no sorprendieron a las investigadoras, como la discriminación y la violencia de género que todavía existe enla UNCy la postergación de la familia y de los hijos por parte de las docentes jóvenes. “Cuando uno mira las implicancias y las dificultades subjetivas que han tenido las mujeres reconoce que todavía hay obstáculos, no sólo de lo que pueden ser estereotipos o prejuicios de género en el ámbito laboral, que eso está muy marcado, pero además cómo en las universidades se han acentuado los criterios ‘meritocráticos’, esta visión del trabajo en la universidad marcadamente individualista, donde se ha desdibujado el trabajo en equipo. Esto acentuó aún más este divorcio entre trabajo y vida, entre trabajo y sociedad”, indica Rodigou.

Finalmente, en el último capítulo se sistematizan una serie de acciones y lineamientos estratégicos para la formulación de políticas a desarrollar en las universidades con el objetivo de avanzar en la ampliación de derechos.  Entre ellos, la propuesta de algún espacio de defensoría u observatorio respecto de la violencia, con procedimientos ajustados, se fundamenta en que “Estos espacios son necesarios porque son un lugar donde los y las docentes pueden ir a hablar y ponerle nombre a estas formas invisibles de la violencia y de las dificultades en su ámbito de trabajo, y accionar sobre esto”, dice.

 – Si bien el titular del principal diario de Córdoba fue “Docentes admiten que hay acoso sexual”, la investigación no sólo se limitó a eso.

– No, por supuesto, aunque es un capítulo muy importante de nuestra investigación. Sosteníamos que la existencia de la violencia de género es algo que está en la estructuración de nuestras sociedades pero era importante ver si había un reconocimiento, porque lo que nosotros queríamos saber es si los y las docentes conocían o sabían de determinadas situaciones. Fue muy importante ver cómo lo reconocían. El mayor reconocimiento tiene que ver con las situaciones de hostigamiento o de acoso laboral, que señala dificultades serias en el trabajo, siguiendo en orden de importancia, aquellas otras expresiones de la violencia que no son tan visibles, como pueden ser los chistes o las ironías sobre identidades de género, identidades sexuales.

Perfil

Maite Rodigou Nocetti. Feminista. Lic. en Psicología y Mgter. en Estudios de las Mujeres. Es investigadora del Programa Interdisciplinario de Estudios de Mujer y Género del Centro de Investigaciones dela Facultadde Filosofía y Humanidades y docente dela Facultadde Psicología dela UNC.Actualmente es la secretaria académica del Ciffyh

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