Día de Acción Global por la Soberanía Alimentaria 18 de octubre
El miércoles 18 de octubre, a partir de las 18 horas, estaremos conmemorando el Día de Acción Global por la Soberanía Alimentaria a través de una actividad organizada por el Proyecto “Prácticas de producción, circulación y consumo de alimentos y plantas medicinales en situaciones de resistencia y subalternidad” (Seicyt, CIFFyH), del Departamento de Antropología, integrado por estudiantes, egresades y docentes de las carreras de Antropología, Nutrición y Biología.
En la primera parte se dará una charla para compartir datos del Informe Anual de la Situación de la Soberanía Alimentaria en Argentina (2022), realizado por la Red de Cátedras Libres de Soberanía Alimentaria y colectivos afines (Red CALISAS). La charla estará a cargo de miembros del equipo y de integrantes de la Red CALISAS
En la segunda parte se convidarán algunas estrategias que viene transitando el equipo en torno a la alimentación con plantas no convencionales y de fácil acceso.
Habrá una degustación de alimentos realizados con yuyos, plantas de jardín y flores, recolectados en patios, jardines y el monte nativo, como una forma de incentivar el ejercicio cotidiano del derecho a la soberanía alimentaria.
Soberanía alimentaria al alcance de la mano
Cocinar en casa con lo que tenemos alrededor es cada vez más un acto de enorme contenido político. Si obtenemos alimentos sanos y nutritivos a partir de saberes transmitidos por generaciones y del conocimiento que generamos en vínculo con nuestro entorno, desplegando el disfrute y la creatividad, estamos ejerciendo un derecho clave en el que se basa la idea de Soberanía Alimentaria.
Este concepto fue propuesto por la organización Vía Campesina en 1996 como superador del de Seguridad Alimentaria, bajo el cual se legitimó una forma hegemónica de alimentación mundial que no contempla las necesidades y derechos específicos de los pueblos de darse sus propios y singulares modos de producir, procesar y comercializar alimentos, que no necesariamente responden a criterios de rinde y ganancias.
Por el contrario, el modelo del agronegocio y las grandes corporaciones industriales supone concentración de tierra en pocas manos, uso extensivo de agroquímicos y la uniformización de la producción para ventas a gran escala: que se coma lo mismo en todo el mundo es el negocio. Este modelo achicó así el repertorio de lo que se considera “alimento”, desvalorizó fuentes y formas nutritivas de alimentación tradicionales y locales, frente a productos masivamente ofrecidos por el mercado, de dudosa calidad alimentaria.
La menor producción y procesamiento casero y local de alimentos ha supuesto además la desaparición de prácticas familiares y colectivas que son las que construyen la trama social en la que nos movemos, los vínculos con nuestro entorno de plantas, animales, suelos, lluvias, vientos, y con ello un empobrecimiento de las condiciones de vida. Buscamos poner en agenda esta discusión y estimular el ejercicio colectivo de construir soberanía desde lo pequeño y lo local.