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La investigación en artes

¿Qué es…?

La investigación en artes

Según Patricia Ávila, artista, docente e investigadora del Ciffyh, no existe una respuesta completa acerca de lo que es esta área del conocimiento, sino meras aproximaciones, que pueden ser contestadas desde lugares “extra artísticos”. “Esto supone un doble trabajo para el artista que está interesado en investigar: el de ser quien es en el arte y aprender a ver el arte desde otras perspectivas y otras prácticas”, dice.

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(imagen extraída del blog de Patricia Ávila http://la-patricia.blogspot.com/)

Patricia Ávila es investigadora del Área Artes, directora del proyecto “Lo extraordinario: La (re) construcción del Sí- Mismo y la práctica artística. El caso del penal San Martín”, artista y docente del Departamento de Plástica de la Escuela de Artes. Su investigación se orienta al desarrollo de la noción de “lo extraordinario” como emergente distintivo de las prácticas artísticas actuales. Además, dentro de esta línea se abocó al análisis de la iconografía en los billetes argentinos, relacionando las categorías de nación, ideología y crisis. Publicó en 2008 el libro Y tú también te vas, un original ensayo en el que Ávila recorre la historia, desde 1891 hasta la actualidad, de las primeras monedas acuñadas y billetes impresos en el país; la incorporación de las imágenes y héroes al papel moneda y los distintos cambios que sufrieron los billetes.

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“Con Gabriel Gutnisky trabajamos juntos desde hace años y cada uno sigue sus intereses que confluyen por ahora alrededor del concepto de ‘lo extraordinario’ en el arte contemporáneo. Aunque parezca raro, esa idea ingresó en mi reflexión a partir del estudio de la iconografía del dinero, de la confrontación entre la gráfica impresa por el Estado y los graffitis realizados por la gente cuando el billete circula”, explica.

Entonces, “¿qué hace un investigador en artes?”, consultamos a Patricia.

– Esa es una buena pregunta que se la hacen todas las universidades y escuelas de artes y no tiene una respuesta completa, sino meras aproximaciones.

“La investigación en artes está tradicionalmente ligada a la historia del arte, a las técnicas de restauración, a las ciencias de la percepción o a la estética. Lo que daría preeminencia a otras disciplinas como la historia y la filosofía o a la semiótica en ciencias sociales y ubicaría a la investigación fuera de las prácticas artísticas en sí y de un conocimiento específico de lo artístico. De hecho habría que reconocer que el campo ‘propio’ del arte actual está tramado por la interrelación disciplinar y todas las preguntas que uno se podría hacer sobre arte que busquen una respuesta en términos explicativos, racionales, como supondría la investigación, pueden ser respondidas cuando son miradas desde lugares extra artísticos”, explica Ávila.

¿Qué quiere decir “mirar desde un lugar extra artístico”?

– Esto supone un doble trabajo para el artista que está interesado en investigar, el de ser quien es en el arte y aprender a ver el arte desde otras perspectivas y otras prácticas, como por ejemplo la escritura. Un pintor o una pianista tienen un saber sobre sus prácticas. Un saber enunciable, explicable, pero que normalmente se manifiesta en esa misma práctica. Tienen conceptos, premisas de trabajo, modelos de orden, llegan a resultados, cumplen objetivos, etcétera. Pero dentro de ese espacio, que es el obrar en arte, se enuncia y se practica de un modo diferente al del investigador en ciencia. En otra lengua digamos. Aprender a investigar implica acceder no sólo a métodos sino a formas de pensar y expresar el pensamiento. La docencia en la universidad es un modo de aprender a pensar y a comunicar los problemas desde las prácticas artísticas, sus contextos en la actualidad y en el tiempo y esto  favorece  el ingreso a la investigación. Así, un docente puede tener el desafío de contribuir a pensar el mundo del arte como artista y como investigador.

¿Y cómo eligen los investigadores en artes que quieren estudiar?

Creo que se elige por afinidad y también por azar. Es difícil sostener un proyecto de investigación cuando no hay afinidad, ni curiosidad por el tema. Los artistas somos gente muy conectada con el deseo y sobre todo el deseo de autoconocimiento. Esa distancia con el tema que requeriría la investigación, es también uno de los puntos flacos para sostenerla en el caso de la investigación en arte por artistas.

En tu caso, ¿cómo elegiste el tema al que te dedicas?

Yo que estudié pintura, estaba pintando mucho justo en el momento en que comencé investigando sobre “Las situaciones de conflicto en la pintura local en la década del 80”, al comienzo de los noventa (risas).

Hicimos un rastreo histórico de cómo se había constituido el ambiente cultural local, porque sino no teníamos contexto, no había casi datos, pocos archivos ni bibliografía. Ninguno de los conflictos, que en ese momento vivíamos como artistas, podían ser respondidos sin dar cuenta de otros que surgieron cuando empezamos a “tirar del ovillo”, al hacer el trabajo de investigación. Obviamente nos cansamos y sentíamos que no tenía mucho sentido, que era más interesante ir a pintar y listo. Pero ahora, después de mucho tiempo, eso recién empieza a armar un modo de tratar la investigación y la reflexión sobre el arte. Me dediqué a investigar justamente por ese vacío de contenidos que necesitaba ser comprendido, porque también siento una responsabilidad a la hora de enseñar, es decir sobre el conocimiento que va más allá de mi propio hacer ensimismado.

¿Cómo hacemos desde el Centro de Investigaciones para acercar a los estudiantes a la investigación en artes?

Creo que los que se interesan en investigar en los primeros años de la Facultad es porque tienen ya un grado de intención propio, les gusta leer, atienden a otros aspectos de la cultura y la sociedad, les preocupa el conocimiento, además de la autoexpresión.

Me parece que la formación básica de los primeros años tiene que dar elementos de conocimiento que incentiven la curiosidad y no los asusten con exigencias duras que espantan. Tiene que surgir la necesidad de saber y para eso se necesita entrar en el campo. Los estudiantes quieren, en general, aprender eso que los atrae, que ni es el arte,  es pintar, esculpir, tocar, actuar, filmar, crear…. desde una acción, una práctica, luego vendrá la conciencia del conflicto con el saber y el mundo y allí… la mente.  Mientras tanto no quiere decir que no se den herramientas de conocimiento teórico y metodológico, pero nadie aprende nada que no le importe.

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