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Aumentó el número de becarios en el Ciffyh

En 2006 había 43 investigadores en formación y en 2009, la suma ascendía a 86. Esto demuestra que cada año son más los que eligen el Centro de Investigaciones como lugar de trabajo para desarrollar sus tesis de grado y posgrado. ¿Cuál es su rol y por qué el Estado debe invertir para formar egresados universitarios?

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La tarea de un becario es desarrollar un tema propio, asociado a un equipo de investigación.

Una de las principales funciones del Ciffyh es la formación de investigadores, que se hace a través de la incorporación y dirección de becarios de grado y posgrado, adscriptos y ayudantes alumnos a los distintos equipos de investigación.

De la memoria anual 2009 del Centro de Investigaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC se desprende el dato de que en ese año se registró un aumento significativo en el número de becarios que trabajan en el Ciffyh, con respecto a otros períodos.

En 2006 había 43 becarios y al año siguiente 75. Este número se mantuvo en 2008 y en 2009 subió a 86. Estos becarios están repartidos en las distintas áreas de investigaciones del Centro. 11 pertenecen al área de Historia; 10 a la de Artes; ocho a la de Ciencias Sociales; dos al Programa de Género; siete al área de Educación; 27 a la de Filosofía y 21 a la de Letras.

cantidad-becarios-areaEl rol del becario

La tarea de un becario es desarrollar un tema de investigación propio, con el cual desarrollan sus tesis, que está asociado a un proyecto de investigación del equipo en el cual participa, que lleva a la cabeza a un director y participan investigadores de distintas jerarquías. La particularidad que tiene es que es un espacio de investigación, pero también de formación. En el desarrollo de su tesis pone a prueba lo que estudió y a su vez aprende a investigar. Va enfrentándose con la realidad de la investigación cotidiana”, explica Andrés Laguens, secretario de Investigación, Ciencia y Técnica de la FFyH.

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Muchos becarios eligen al Ciffyh como lugar de trabajo.

Julieta Capdevielle es becaria del área de Ciencias Sociales y advierte que este lugar es “una posibilidad de formación para jóvenes, que no existía algunos años atrás”. Ella tiene una beca de Posgrado tipo I, otorgada por el Conicet. “Como becaria cuento con una gran cantidad de tiempo para desarrollar diversas actividades que enriquecen el proceso de aprendizaje, que van desde escribir artículos para publicar en revistas y ponencias para participar en congresos, hasta otras que se relacionan de manera más directa con el doctorado, como son aprobar los cursos de posgrados, leer y sistematizar material bibliográfico relacionado con mi tema de investigación, realizar el trabajo de campo y lo más importante: escribir y aprobar la tesis de doctorado”, indica Capdeville sobre sus tareas en el Centro de Investigaciones.

Por otro lado, Clarisa Pedrotti, becaria del área Artes y egresada del Departamento de Música de la Escuela de Artes de la FFyH, cuenta que dio clases en algunas escuelas durante un tiempo y después empezó a hacer un doctorado. Para poder terminarlo, tuvo que pedir una beca porque era la única manera de poder dedicarle el tiempo completo a la tesis. “No conozco otra forma”, dice.

Pedrotti se dedica al estudio de la música religiosa en Córdoba durante la época colonial y la beca fue otorgada por la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNC. “Lo que hago es desarrollar mi trabajo de tesis, que tiene una parte de trabajo de campo en archivos y una parte de escritura dentro del Ciffyh. Yo elijo venir al Centro de Investigaciones por dos razones importantes: una, porque hay una pertenencia institucional que me permite el contacto con otros investigadores y con otros becarios, que además de la cuestión personal, también es muy rico en el crecimiento académico. Además, mi director de tesis (Leonardo Waisman) trabaja aquí y es una manera de consultarlo permanentemente”, narra sobre su trabajo como becaria.

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Relación entre la cantidad de becarios, programas, equipos e investigaciones individuales, desde 2006 a 2009.

En el mismo sentido, Laguens señala que los becarios son “un engranaje más para ejecutar un proyecto de investigación”. “Cumplen un rol importante, en el sentido de que muchas veces son los que están alimentando con nueva información la investigación, pero a su vez también están respondiendo a preguntas que fueron generadas por el equipo o el director del proyecto, con avances previos que hicieron otros dentro del equipo”, señala.

Con respecto al importe que reciben en la beca, Pedrotti y Capdevielle señalan que lo usan para solventar sus gastos personales y otros relacionados con su formación, como pagar las cuotas del doctorado, comprar bibliografía y solventar los viáticos a congresos.

La función del Estado

En el Centro de Investigaciones se observa una tendencia que marca un sostenido incremento en la incorporación de becarios en las distintas áreas, financiados especialmente por la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNC y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).

distribucion-becarios-agencia-financiamientoEn el área de Historia, 8 proyectos están financiados por Conicet y 3 por Secyt. En Artes se invierte: 7 por Secyt y 3 por Conicet; en Ciencias Sociales, 6 proyectos sostenidos por Conicet y 2 por Secyt; en Educación, 5 por Conicet y 2 por Secyt; en Filosofía, 23 por Conicet y 4 por Secyt; en Letras se da la misma cantidad: 11 para cada agencia. De aquí resultan 56 proyectos financiados por Conicet y 29 por Secyt. Sin embargo, en 2008 era prácticamente igual la cantidad de becarios financiados por la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNC (37) y por Conicet (38).

En referencia a la distribución de becarios por nivel se destaca que el mayor porcentaje se concentra entre los becarios de posgrado: el 81, 3 por ciento, mientras que el 18, 7 por ciento son de grado. Estos números muestran que el Ciffyh se afianza como un lugar prestigioso para la radicación de becarios en ciencias sociales y humanas.

Cabe destacar que una de las funciones del Conicet es la de “otorgar pasantías y becas para la capacitación y perfeccionamiento de egresados universitarios o para la realización de investigaciones específicas”.

En este sentido, las becas son “instrumentos de promoción” y se definen como “estipendios sin implicancia alguna de relación de dependencia, que se abonan para la formación de posgrado, preferentemente de doctorado, o trabajos de posdoctorado en el país o en el extranjero”.

El Programa de Becas del Conicet se creó con el objetivo de formar recursos humanos para la investigación y permite a los jóvenes graduados universitarios de todas las regiones del país la dedicación exclusiva necesaria para obtener grados doctorales y entrenamientos postdoctorales en distintas disciplinas, tanto en instituciones nacionales como del exterior. Además, se otorgan becas postdoctorales, con el fin de fomentar la vinculación con el sector productor de bienes y servicios.

Mientras tanto, la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de Córdoba entrega cinco tipos de becas: las Posdoctorales; las becas de Doctorado y Maestría (becas de Posgrado Tipo I, destinadas a iniciar los estudios de doctorado y Tipo II, destinadas a finalizar estudios de doctorado y maestría de los candidatos seleccionados); las becas para finalización de maestrías y doctorados, destinadas a docentes de la UNC; las becas de áreas de Vacancia y, finalmente, las becas de innovación tecnológica o social.

Invertir en ciencia y en investigación es una política de vital importancia, porque esos trabajos van a redituar aportes concretos. Son conocimientos que pueden ser aplicados y a la larga van a incidir en toda la sociedad. Quizás no sea inmediata la aplicación, pero sí van a incidir y en el caso de las ciencias sociales y humanas se inscriben hasta en términos de ideas, de perspectivas del mundo, de cómo entender a las personas o cómo resolver algunos problemas sociales o de educación. Entonces, tiene sentido que el país invierta en eso”, destaca Laguens.

Para Pedrotti, el Estado debe otorgar las becas “porque no hay otra manera de que un investigador en formación desarrolle su trabajo, logre resultados y además ascienda al titulo de doctor o de magíster”. “No hay otros medios de financiación en Argentina y esta es una manera en que se sostiene un sistema de investigación es a través de estas políticas de Gobierno”, indica.

Asimismo, Capdevielle opina que esto “implica una apuesta fuerte al conocimiento y repercute en el bienestar futuro del país”. “Me parece que es tan importante que el Estado invierta en la formación de doctores como que democratice el acceso a la educación primaria, secundaria y universitaria a todos los sectores sociales. Desde mi punto de vista la educación no debe ser un privilegio, sino un derecho de todos”, advierte.

Finalmente, Laguens afirma: “Tener ciencia y tecnología te da poder político, entonces es muy importante que el Estado invierta en esto. Realmente es un lujo y son pocos los casos como en Argentina, que el Estado paga full time a las personas para que se doctoren. Es excepcional y con resultados muy buenos”, concluye.

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