Trayectorias

“La formación de docentes no es un terreno neutral”

Gloria Edelstein es una de las principales referentes del país en temáticas referidas a la formación docente, el análisis y la investigación de las prácticas de la enseñanza. En el Ciffyh, dirige un proyecto cuyo objetivo es indagar las definiciones y decisiones de política educativa con respecto a la formación de los maestros.

Con más de 40 años en la actividad universitaria, Edelstein es reconocida en todo el país por sus trabajos en el campo de la formación docente.

– ¿En serio querés que te diga cuantos años?

– Sí.

– Desde hace mucho.

Después de terminar la secundaria en una Escuela Normal Superior, Gloria Edelstein trabajó como maestra en un colegio de Montecristo, en simultáneo con su ingreso a la universidad. Al tiempo, en 1964, concursa por primera vez un cargo de Ayudante Alumno para la cátedra Historia dela Educación. “La docencia y la enseñanza siempre me interesaron mucho y en el ’70 ya empiezo a trabajar en las cátedras que están orientadas a la formación docente… imaginate la cantidad de años”, relata quien en 1998 accedió a un cargo de Profesora Titular Plenaria en la Escuela de Ciencias dela Educación de la FFyH.

Con un recorrido de más de 40 años en la actividad universitaria, interrumpidos por una cesantía en 1975 hasta su reincorporación en 1984, Edelstein es reconocida en todo el país por sus trabajos en el campo de la formación docente y la defensa de la educación pública.

En su vuelta a la Universidad, trabajó con otras facultades, como Agronomía y Medicina, en las que coordinó los procesos de renovación curricular orientados a producir cambios necesarios en los planes de estudios y también en la revisión y elaboración de programas de formación docente universitaria.

Desde 1988, Edelstein coordina la cátedra “Metodología, Observación y Práctica dela Enseñanza” (MOPE) enla FFyH, hoy designada Seminario Taller de Práctica y Residencia para la Formación Docente, desde la cual se organizan las Jornadas Nacionales “Prácticas y Residencias en la Formación Docente”, que en 2012 cumplieron 10 años desde su primera e histórica convocatoria y que los pasados 4, 5 y 6 de octubre se desarrolló la quinta edición, con la presencia de importantes invitados especiales y la participación de numerosos docentes, estudiantes y egresados de institutos superiores de formación docente y universidades de todo el país.

Gloria también se dedica, desde la cátedra, a la actividad de investigación en torno a las problemáticas de la enseñanza y la formación de docentes. Actualmente, dirige el proyecto “Nuevas regulaciones en materia curricular para la formación inicial de docentes. Un estudio a partir de saberes, conocimientos y perspectivas en los campos pedagógico, filosófico y psicológico en la Jurisdicción Córdoba.”, radicado en el Centro de Investigaciones dela FFyH. El equipo está compuesto por investigadores provenientes de distintas disciplinas (Psicología, Filosofía y Ciencias de la Educación), entre los que se encuentran Cristina Donda (Co-directora), Sergio Andrade, María Elena Dalmas, Gabriela Domján, Patricia Gabbarini, Adriana González, María Luisa González, Alicia Loforte, Silvia Ortúzar y Celia Salit.

– ¿En que consiste el proyecto de investigación?

– El interés principal es analizar saberes, conocimientos y perspectivas en los tres campos mencionados, tanto a partir de lo planteado en los nuevos diseños jurisdiccionales como desde las resignificaciones realizadas por los profesores. En el proyecto actual resolvimos hacer un recorte y focalizar en la formación de docentes de institutos de nivel inicial y primario, ya que son los primeros que ponen en marcha los nuevos diseños, aprobados en 2008. Si bien por ahora tomamos inicial y primario, con algunas modificaciones hoy es prácticamente la misma propuesta en los campos que indagamos también para los institutos que forman profesores para el nivel medio. Abordar esta problemática nos interesó particularmente en el equipo porque nos conduce a indagar cuestiones centrales que hacen a la formación en instituciones, donde también llevamos a nuestros alumnos de la Universidad para que concreten sus procesos de residencia docente. Entonces conjugamos -aspecto que siempre fue propósito central de la cátedra- docencia, extensión e investigación. Estudiar las currículas -Planes de Estudios- y los cambios que en los mismos se van produciendo, en cualquier institución, en cualquier contexto, en cualquier nivel del sistema, es un analizador muy potente para dilucidar cuáles son los saberes y los conocimientos que se legitiman como valiosos en determinado momento para formar a quienes están en proceso de formación, en este caso los docentes. Y para nosotros esto constituye un insumo teórico central para que nuestros estudiantes luego elaboren, sobre la base de una lectura crítica, sus propias propuestas de intervención para la enseñanza en las residencias

– Porque, además, esos docentes son los que después van a formar a otras personas.

– Claro, porque se trata de los Institutos  Superiores de Formación Docente, que forman a maestros de inicial y primario.

Así, en este Proyecto, el objetivo es analizar las definiciones y decisiones de política educativa en materia curricular para la formación de docentes, desde nuevas regulaciones en el orden nacional y su impronta específica en la jurisdicción de Córdoba. Focalizar específicamente en los cambios en las propuestas curriculares para la formación inicial, a partir de la extensión de los planes de estudio para la educación inicial y primaria a cuatro años en 2008, y las modificaciones en la misma perspectiva en los diseños para los profesorados en áreas específicas y para el nivel medio que ya tenían una duración de cuatro años (2009).

Para llevar a cabo la investigación, se trabaja con cuatro instituciones paradigmáticas como formadoras de docentes en Córdoba Capital: los institutos Renee Trettel de Fabián, Carlos A. Leguizamón, Juan Carlos Agulla y Alejandro Carbó. “En todos ellos hay una importante labor desde la cátedra a partir de los procesos de acompañamiento a las residencias y acciones complementarias de extensión propias de los necesarios procesos de interacción que devienen del enfoque colaborativo desde el que trabajamos”, explica Edelstein.

– Uno de los aspectos que analizan en el proyecto es lo que se denomina currículum. ¿Por qué es tan importante?

– El currículum, significado comúnmente como Plan de Estudios, pero que en realidad integra el conjunto de experiencias formativas que se plantean desde una Institución, como te decía, constituye un analizador clave para permitir identificar, desde el plano de lo escrito y respecto de las políticas oficiales, qué es lo que se está  dimensionando como cuestiones centrales en determinado momento respecto de la formación, hacia dónde se direcciona, qué contenidos se determinan como valiosos, cómo se los distribuye en el recorrido formativo, qué relaciones se anticipan entre los mismos, qué peso tiene en la distribución de la carga horaria, por qué formatos se opta para organizar la enseñanza, las formas de evaluación que se proponen. Qué se incluye y que no; qué permanece y qué cambia respecto de diseños curriculares anteriores. Estudio que nos parece importante pues cuando desde las políticas se resuelven estos cambios, se trata siempre de decisiones ideológicas estratégicas, para nada neutrales, en este caso respecto de la formación de docentes.

– ¿Siempre tus proyectos de investigación estuvieron relacionados con esto, la formación de los docentes?

– Sí, el eje central giraba en torno a las propuestas para la formación de docentes. En los últimos años, estuvimos indagando la cuestión del método en la enseñanza, tema que siempre es parte de nuestras búsquedas teóricas y prácticas, en procura de avanzar desde nuevos aportes sobre la cuestión, en general poco trabajada desde el campo pedagógico y en particular de la Didáctica. Decidimos entonces estudiar autores clásicos en el campo pedagógico, siempre desde una lectura interdisciplinaria acorde con la composición de nuestro equipo. En ese caso la investigación fue más de tipo teórica, pero con la preocupación de avanzar en un tema que tiene una fuerte implicancia con la docencia y sus procesos de formación. Este trabajo nos permitió también hacer un paréntesis en nuestras indagaciones en terreno en las instituciones formadoras de docentes, que estaban por ese entonces muy movilizadas por los cambios. Luego, decidimos retomar nuevamente la relación reforma-formación docente desde los nuevos diseños curriculares -el proyecto del que venimos hablando- pues entendimos que políticamente, como universitarios, no podíamos obviar el retorno al tema, en particular dadas nuestras responsabilidades en el profesorado, y que debíamos hacerlo sobre la base de un trabajo riguroso y sistemático, por ende desde la investigación.

– Desde que tengo memoria se critica cómo salen los chicos de la primaria y del secundario. Sin duda esto está aparejado a la formación de los docentes. ¿Crees que la formación de los docentes es buena? ¿Cuál es problema para que después se hagan estas críticas?

– Hay distintas lecturas, porque la formación de docentes es una cuestión que cruza definiciones y decisiones de distinto orden: político, epistemológico, sociológico, antropológico, pedagógico, entre otros. No es para nada un terreno neutral, es un terreno de fuerte disputa y siempre lo fue. Lo que ocurre es que en los últimos años, que quizás son los que tenés más presentes, con las políticas neoliberales en educación, hubo una fuerte  impronta de propuestas sobre la formación docente. Siempre ocurre con la docencia que hay una tensión, porque por un lado no se termina de valorizar la docencia como una profesión; no se termina de entender la responsabilidad social y política que implica formar a alguien que a su vez va a formar a otros, entonces la formación siempre acarreó el efecto de esas tensiones. Mientras no haya una valorización en términos profesionales de la docencia y de la remuneración que al profesional le cabe, por el tipo de trabajo, esto incide fuertemente en quienes acceden a esta formación, más allá de los prejuicios y la desinformación sobre lo que significa formarse para ser formador de niños y jóvenes. Yo te diría que es un fuerte terreno de disputa en muchos planos. Y cada nivel del sistema educativo tiene sus particularidades, sus complejidades y en general se comete el error de valoraciones simplistas, muy rápidas más atentas a las carencias, a lo que falta. Siempre es necesario interpelar lo existente y avanzar en propuestas de mejora. Y en ello no está exento ningún nivel, el superior tampoco incluyendo a las universidades. Eso de hacer responsable al nivel anterior es una vieja historia en nuestro país, probablemente también en otros que, en verdad no conduce a nada. Lo claro es que se requiere que en cada caso se tome la necesaria conciencia de quienes ingresan para ser formados y se procuren las mejores propuestas en cada caso acordes a los sujetos y también a los contextos. Y esto está asociado a por cierto a definiciones y posicionamientos políticos.

– ¿Las nuevas tecnologías también ayudaron para la preparación de los docentes?

– Sí, en el sistema terciario las instituciones y los docentes están incorporados al trabajo en red. Los docentes están permanentemente informándose, comunicándose, recibiendo bibliografía, materiales. Intercambian y expresan sus propias ideas y experiencias. Es claro que esto fue posible, a partir de planes de mejora nacionales que llegaron a todas las jurisdicciones, con presupuesto específico y una importante inversión a partir de la creación del INFD (Instituto Nacional de Formación Dicente) en el sistema de formación de profesores llamados “no universitarios”. Hay programas de capacitación y formación continua no sólo los cambios curriculares que mencionaba y una cuestión clave y de mucha visibilidad fue la incorporación de la tecnología educativa como apoyo y vía de apertura a la participación en relación a todos estos procesos. En ello, cabe decirlo, el papel de los profesores ha sido vital.

-¿Cuáles son los aportes que le hacen ustedes a través de estos proyectos de investigación?

– Siempre hay una retroalimentación permanente con los Institutos de Formación Docente porque en la medida que planteamos estas cuestiones, tenemos nuestros propios alumnos insertos en los institutos y esto permite el intercambio constante con directivos, docentes y el propio alumnado. Siempre, de alguna manera comunicamos y compartimos nuestros avances de investigación. Por otro lado, dada nuestra perspectiva teórico-metodológica estas instancias son planteadas a los fines de la triangulación y validación. Pienso que el aporte puede ser muy importante para ver cuáles son los logros efectivos, pero también cuales son los obstáculos que se plantean en instituciones concretas.

Hace tiempo, publicamos un libro, “Reformas y Formación Docente. Un estudio de caso en la Jurisdicción Córdoba”, como resultado de la investigación anterior que es utilizado para estudios en el grado y en institutos terciarios. La idea, en este caso, en la indagación sobre esta nueva reforma iniciada en 2009, es hacer otra publicación. Cada vez más procuramos que nuestra producción de investigación ingrese como material de estudio en el grado porque no hay producción sistematizada al respecto, en particular sobre nuestra jurisdicción. Con esto queda claro que la producción intelectual en nuestro equipo, como especialistas en formación de docentes desde las universidades y en diferentes disciplinas y campos de conocimientos, se realimenta constantemente de las tareas de investigación y extensión que con el tiempo aprendimos a llevar al grado.

– Para clarificar un poco, ustedes no forman a profesores, sino que analizan cómo se forman esos profesores.

– En docencia formamos profesores universitarios en distintas disciplinas. En investigación, la perspectiva es otra. En este caso, como te decía se procura una lectura crítica del diseño, viendo lo visible y lo invisible, porque la propuesta del diseño tiene muchas cuestiones que implican innovaciones significativas, pero el tema es ver cómo las políticas resuelven los problemas de implementación. En el período neoliberal, vos leías los documentos y acordabas en un montón de cosas, entonces tenías que hacer una lectura muy finita para ver por dónde venían las contradicciones, que son, en general, por las prescripciones y por cómo se reglamentan y se regulan aspectos que hacen a la puesta en práctica de los diseños. Con respeto a los actores, lo que a nosotros nos interesa es como resignifican, recrean lo planteado desde la propuesta oficial y cómo se expresa eso en las prácticas cotidianas para lo cual el abordaje en este proyecto es desde los campos psicológico, filosófico y pedagógico. Nos interesa ver ¿qué está escrito?, ¿qué esta rondando desde lo psicológico y lo pedagógico?, ¿cómo lo contextualizan las instituciones y los actores concretos? La Nación hizo un diseño, las jurisdicciones el propio, llega a las instituciones y después a los profesores. En el proyecto bi-anual anterior ya hicimos una lectura de los diseños, ahora queremos llegar a ver cómo los resignifican y llevan a la práctica los profesores. Y la producción en investigación es un insumo básico a su vez en nuestras propuestas de formación para el profesorado en la Facultad. La lectura desde la universidad también, cabe decirlo, es política.

Perfil

Gloria Edelstein es Doctora en Ciencias de la Educación por la UBAy profesora de Pedagogía y Psicopedagogía por la UNC. Sedesempeña como investigadora en el Centro de Investigaciones de la FFyH y como profesora titular plenaria Seminario Taller de Práctica y Residencia para la Formación Docente en la Escuela de Ciencias de la Educación de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC, de la cual fue directora durante los períodos 1990-1992 y 1992-1994. Además, fue Decana de la FFyH entre 2008 y 2011. Fue parte del equipo que elaboró el plan de la Maestría en Pedagogía y Especialización en Asesoramiento y Gestión Pedagógica en la FFyH y su Directora desde la apertura hasta su designación como Decana. Desarrolla cursos de posgrado en diversas universidades nacionales. Es autora de numerosos libros y artículos en revistas especializadas. “Formar y formarse en la enseñanza”, editado por Paidós en 2011 es su última obra.

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