Investigaciones

La institucionalización de la Geografía en Córdoba

Un proyecto de investigación, dirigido por Perla Zusman y Gabriela Cecchetto, analiza como se llevó a cabo este proceso desde 1878 hasta 1984, cuando se iniciaron las acciones tendientes a la formalización de la carrera de Geografía en la UNC, que finalmente se produjo en 1999.

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Perla Zusman y Gabriela Cecchetto, responsables del proyecto “Los saberes sobre el territorio en el proceso de institucionalización de la Geografía en Córdoba (1878-1984)”

En 2003 comenzaron a dictarse las clases de la Licenciatura en Geografía en la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC, que nació mediante un proyecto que había empezado a gestarse en 1999. De esta manera, se convirtió en una de las carreras más nuevas en el ámbito de la FFyH. Sin embargo, la institucionalización de la disciplina en la Universidad Nacional de Córdoba tuvo un largo y accidentado proceso que comenzó en el último tercio del siglo XIX.

A través del proyecto radicado en el Ciffyh “Los saberes sobre el territorio en el proceso de institucionalización de la Geografía en Córdoba (1878-1984)”, dirigido por la reconocida investigadora de la UBA, Perla Zusman, se trata de reconstruir este proceso que comienza  a fines del siglo XIX y que se concreta recién a comienzos del siglo XXI. En este marco, la propuesta apunta comprender su articulación con el papel que  fue teniendo la ciudad de Córdoba dentro de diversos  proyectos político-territoriales en el marco del Estado nacional. El equipo de investigación además está integrado por la co-directora Gabriela Cecchetto, Ana Sofía Maizón, Nicolás Rabboni, Lucas Palladino, Lisandro Barrionuevo, Natalia Astegiano, Eugenia Cavanagh y Aylen Martínez Cornejo.

El período de la investigación se inicia en 1878, con la consolidación de la Academia Nacional de Ciencias y la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas en la UNC (hoy Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales), por lo que una de las líneas que trabaja el equipo tiene que ver con instancias que podrían considerarse como un primer nivel de institucionalización, asociadas a un proyecto epistemológico ligado a las ciencias naturales. Estas instancias estarían vinculadas con  el proyecto científico y cultural implementado entre 1870 y 1890, que  proponía a Córdoba como centro político-cultural del país. En este marco puede entenderse la creación de diversas instituciones científicas, entre ellas el Observatorio Nacional.

“Esto tiene que ver con la consolidación de un proceso que lleva 10 años. En ese sentido, Córdoba es un caso particular, porque para el Gobierno Nacional, que en ese momento estaba consolidándose, era la única Universidad sobre la que podía operar”, apunta Gabriela Cecchetto, licenciada en Historia y profesora titular de la cátedra “Introducción al pensamiento geográfico” del Departamento de Geografía de la FFyH.

Lo que se buscaba era homologar la geografía a una ciencia natural. Las propuestas tenían como trasfondo el pensar la geografía como una disciplina que podía seguir los patrones teóricos y metodológicos de las ciencias naturales, porque estaba vinculada a un saber útil al conocimiento del territorio y de las potencialidades que éste tenía a nivel productivo, y al relevamiento de esas posibilidades. En esa època, este conjunto de saberes se podía colocar bajo un paraguas que se llamaba Geografía”, agrega Perla Zusman.

La investigadora además señala que éste era un proceso afín con otros más amplios que se estaban llevando a cabo en distintas partes del mundo simultáneamente, relacionados con la expansión imperial. Así, la geografía era útil para la construcción del territorio del Estado-Nación.  “De hecho, se contratan científicos naturalistas europeos que conocían lo que se estaba produciendo en los centros académicos de su continente. Ellos traen su bagaje político, conceptual y técnico de lo que se estaba haciendo en Europa y nunca rompen esos lazos, de manera que podemos hablar de una circulación de conocimientos”, dice Zusman.

Otro hito importante en la institucionalización de la disciplina es la creación de la filial Córdoba del Instituto Geográfico Argentino en 1882, cuyos fundadores y referentes son científicos que apuntalan la investigación en ciencias naturales, integran la Academia Nacional de Ciencias y son docentes de la recién inaugurada Facultad de Ciencias Físico Matemáticas.

La apertura en 1892 de la carrera de Ingeniero Geógrafo, en la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas, es el primer ingreso de la disciplina al ámbito universitario. Después, empiezan a aparecer cátedras con el rótulo de geografía en distintas facultades de la UNC, como  “Geografía política” y  “Geografía física” en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales,  “Geografía económica” en la Facultad de Ciencias Económicas y “Geografía humana” en la Escuela de Historia de la FFyH, dictada por el profesor Roberto Miatello.

Otras instancias de institucionalización son las creaciones de los profesorados de Geografía, que comienzan a partir de la década de 1950. “Esto es un elemento importante porque son los lugares donde se forman a los profesores que enseñan Geografía en los colegios secundarios”, indica Zusman.

El período de investigación concluye en 1984, cuando se inician una serie de acciones tendientes a la formalización de un área o carrera de Geografía en la UNC, que finalmente se produce en 1999.

Geografía del siglo XXI

Si bien los inicios del proceso de institucionalización de la disciplina están relacionados con la fundación de instituciones científicas y universitarias a fines del 1800, y da cuenta de diversos intentos que quedaron truncos, la creación de una carrera en la Universidad se dio recién finalizando el siglo XX. A pesar de lo tardío, su concreción realizó numerosos aportes.

“La universidad produce un conocimiento crítico, el desarrollo de investigaciones es un aporte fundamental y la formación profesional da la posibilidad de insertar gente capacitada en organismos estatales de ordenamiento territorial. También, por esta formación de conocimiento crítico, muchos egresados de la carrera son valorizados para la enseñanza en los colegios secundarios”, señala Zusman, quien es miembro del Instituto de Geografía “Romualdo Ardissone” de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y participó activamente en los comienzos  de la carrera en la FFyH.

Con respecto a la concepción que se tiene de la disciplina en el siglo XXI, la investigadora sostiene que hoy “la geografía sirve para algo más que para saber la localización de una montaña o un río”. “Pensamos que sirve para comprender el mundo, que se transforma tanto y con tanta velocidad. Lo que buscamos, de alguna manera, es ofrecer instrumentos para comprender esos cambios”.

Zusman dirige el proyecto desde Buenos Aires, y eso tiene que ver con el momento de creación de la carrera, en el que se necesitaban docentes con experiencia. Ella se hizo cargo de la Cátedra de Introducción al Pensamiento Geográfico, en la que actualmente se desempeña  Cecchetto. “La geografía en Córdoba era un área de vacancia completa, no había formación ni de grado ni de posgrado. La geografía escolar es dada todavía por gente entrenada en otro tipo de instituciones con otro tipo de formaciones. Entonces se buscó a referentes y los que pudieron aceptar lo hicieron con un compromiso impresionante. Ella no se fue más”, subraya Cecchetto

Así, en el marco de la Cátedra de Introducción al Pensamiento Geográfico, se inscribe el proyecto de investigación. “Yo venía con formación en Historia de la Geografía y en los ‘90 había participado en un grupo de investigación en la Universidad de Buenos Aires, así que el proyecto surge porque no se había hecho nada en investigación respecto a la historia de la geografía en Córdoba, que para nosotros era muy importante por el papel que tuvo en el proceso de formación estatal nacional, y por la necesidad de ofrecer otras miradas que no fueran tan centradas en lo que sucedió en Buenos Aires”, indica Zusman.

A través de Internet, Zusman mantiene un contacto fluido con los demás miembros del equipo. “Hay que romper los espacios cerrados. En otro momento, en ciertos ámbitos, sólo se podían desempeñar personas del lugar. Eso no ocurre hoy, no sólo en mi caso, sino que cualquiera puede tener hoy grupos de investigación formados con gente de distintas partes del mundo. Lo virtual aparece como un espacio donde investigadores de distintos lugares pueden interactuar”, afirma.

“Geografía de la Provincia de Córdoba”, de Río y Achaval: el primer relato descriptivo

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Una de las líneas de investigación del proyecto, a cargo de Nicolás Rabboni, se encarga del análisis de la significatividad política del libro “Geografía de la Provincia de Córdoba”, de Manuel Río y Luis Achával, publicado en 1905. Esta obra de propaganda oficial, encargada por el entonces gobernador Figueroa Alcorta, es el primer relato descriptivo provincial.

Río y Achával  fueron dos técnicos altamente implicados en el proyecto de construcción del territorio provincial, por lo que su contenido está relacionado con la valorización de las distintas áreas de Córdoba, en función de su posibilidad de insertarse en el modelo agroexportador o en la práctica turística.

Cecchetto señala que “estos géneros vienen de la mano de los procesos de formación estatal y territorial que se están llevando a cabo”. “Así como aparecen relatos de las geografías nacionales, cada provincia está configurando su propio relato sobre el territorio. En ese marco se hace esta obra”, dice.

En el libro también pueden verse la definición de los límites provinciales como una de las tareas emprendidas para asegurar la unidad provincial y la escasa visibilidad que se le confiere a ciertas zonas de Córdoba, como el noroeste, en relación con la llanura pampeana del sudeste.

“Se muestra una imagen de Córdoba y cómo se inserta en el modelo nacional, con el objetivo de promover ciertos procesos territoriales, como la necesidad de promover los desarrollos ferroviarios o incorporar tierras a la producción agrícola”, concluye Zusman.

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